El grupo parlamentario de Junts por Cataluya (JxCat) ha anunciado este viernes que ha presentado una querella contra la dirigente del PP Alícia Sánchez-Camacho por haber mentido en dos comisiones del Parlamento de Catalunya, que analizaba la corrupción. La querella se ha presentado ante el Tribunal Supremo, ya que actualmente es aforada en este órgano al ser senadora del PP. Para el grupo de Junts, Sánchez- Camacho ha cometido un delito continuado de falso testimonio.

Además, pide al tribunal que declaren como testigos el comisario jubilado José Manuel Villarejo, el cual gravó sus conversaciones con la política catalana que ahora se han difundido y que han demostrado la implicación de Sánchez-Camacho en la Operación Catalunya contra el independentismo catalán. Y también se solicita la declaración como testigo de Jorge Moragas, mano derecha del expresidente Mariano Rajoy, y de Victòria Álvarez, expareja de Jordi Pujol Ferrusola, que explicó a la popular los viajes a Andorra con dinero, y que se grabó en una comida en el restaurante La Camarga, en el 2012, descubierto dos años después.

Hechos delictivos

En concreto, Junts afirma que Sánchez Camacho faltó a la verdad en dos comisiones de investigación parlamentaria: en la comisión de investigación sobre el fraude y la evasión fiscales y las prácticas de corrupción política, el 10 de abril del 2015, y en la comisión de investigación sobre la Operación Catalunya, el 24 de julio del 2017.

En la querella, se detallan las "falsas manifestaciones" de la entonces líder del PP catalán en la cámara catalana, como: "Tengo la tranquilidad de haber actuado siempre de acuerdo con la legalidad, y, por lo tanto, de acuerdo con la normalidad y con el estado de derecho." Y también se aportan los audios, guardados hasta ahora por Villarejo, donde desmienten sus afirmaciones en sede parlamentaria. Además, se detallan las afirmaciones de la comisión del 2017.

Para el grupo de Junts, Sánchez-Camacho es autora de un delito continuado de falso testimonio, que recoge el artículo 502.3 del Código Penal, el cual establece que "el que convocado ante una comisión parlamentaria de investigación faltara a la verdad en su testigo será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año y a multa".

Impulsora de listas negras

El presidente del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet, ha subrayado: "Sánchez-Camacho vino al Parlament a presentarse como víctima y no hay duda que actuaba como impulsora de la Operación Catalunya. Sánchez-Camacho es el rostro del cinismo y, en política, no todo se vale". Batet ha añadido que "mientras mentía y se exculpaba en el Parlament sobre la Operación Catalunya, ella misma elaboraba listas negras y ordenaba a la policía patriótica investigar personas vinculadas con el independentismo".

El presidente del grupo de Junts sostiene que "Sánchez-Camacho ha sido una pieza fundamental de lo que podríamos denominar la Operación Catalunya 1, es decir, la guerra sucia articulada hasta el referéndum del 1 de octubre del 2017".

Precisamente, la fiscalía de Barcelona ha derivado a la fiscalía del Supremo la denuncia, que a título personal interpuso el conseller de Economía, Jaume Giró, contra Sánchez-Camacho y Villarejo por haber ordenado espiarlo, y además cuando no tenía ningún cargo político y era el director general adjunto de CaixaBanc. En la conversación, del 2012 y ahora difundida entre la política y el comisario, esta le insiste que sobre todo vigilen a Giró. El conseller afirmó que los hechos eran muy graves y que no se puede investigar a ninguna persona por sus ideas.