Cuando tienen que comparecer 150 policías para explicar todos el mismo relato, y la violencia es una patada, un escupitajo, algún arañazo, un cochecito de criatura y poco más, la sensación de pérdida de tiempo es constante. También por parte del tribunal, que está agotado de oír testigos.

Manuel Marchena escucha con atención y corta a los abogados de las defensas si ve que se pasan de la raya. Todavía no hay imágenes para contrastar a los testigos. Algunos presentan una memoria prodigiosa que pierden de golpe cuando tienen que responder a las defensas. Las versiones de los policías muestran otro 1-O que los abogados tratan de aprovechar para contraponer después con las imágenes, hacerlas entrar en contradicción y desmentir la violencia, el tumulto y, de rebote, la rebelión.

Pero Marchena es extremadamente tajante con los abogados. Los acota. En algunos momentos, incluso demasiado. Y hoy, en un intento de evitar que Benet Salellas, del equipo de Jordi Cuixart, pusiera entre las cuerdas a uno de los antidisturbios de Cappont, en Lleida, lo ha cortado. Y se ha quedado en blanco a la hora de argumentar por qué Salelles tenía que retirar la pregunta.

El bucle

El relato de los policías se repite una y otra vez. Es la versión que le interesa vender a la fiscalía, pero de momento no está demostrando nada. Las defensas tampoco pueden demostrar lo contrario sin poder enseñar los vídeos. El juicio es un callejón sin salida a la espera de los peritajes, pero antes todavía falta contraponer el testimonio de los policías con el de los manifestantes, que empezarán a comparecer durante el mes de mayo.

De momento los antidisturbios siguen afirmando que no vieron policías pegando a manifestantes. Hoy uno de los agentes ha llegado a decir que había una mujer que se autolesionó pegándose un coscorrón contra una pared. "Las actuaciones fueron ejemplares: no hubo una masacre, como dicen en algunos sitios", ha dicho uno de los testigos.

Y han hacho entrar en juego a los niños de nuevo: "Vi a un hombre con un niño pequeño. Llevar a un menor a un sitio donde puede resultar herido... no me parece lógico".

Había gente que llevaba claveles

Los policías hablan de "turba violenta", pero a la hora de explicar los hechos sólo ponen como ejemplo "una patada", escupitajos y lanzamiento de piedras, aunque el mismo policía que ha dicho esto también ha matizado que no vio ninguna piedra en el aire.