El fiscal Javier Zaragoza ha forzado a Emilio Quevedo para que confirme el riesgo durante el 1-O y la inacción de los Mossos, también el 20-S. "Se enviaron diferentes unidades de apoyo que tenían que permitir la salida de la comitiva judicial de la Conselleria de Economía", ha afirmado Quevedo sobre la BRIMO que llegó al mediodía.

"Desafortunadamente el cumplimiento del auto de la magistrada no se llevó a cabo en su integridad", ha admitido Quevedo, aunque ha incluido los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado. "Cerramos el máximo de centros de votación", ha insistido, y ha subrayado el fiscal afirmando que "no es adecuado hablar de un dispositivo de Mossos, de uno de Guardia Civil y de uno de CNP. Es obvio que era un dispositivo conjunto".

 

Quevedo ha dejado muy claro que Joaquim Forn no tuvo nada que ver con el dispositivo y "el mismo mayor forzó un incremento de efectivos".

"Mossos tenía que aportar un contingente muy importante de efectivos para conseguir un objetivo muy ambicioso que es conseguir la presencia de fuerza policial en todos y cada uno de los centros de votación; teníamos que tener información veraz y directa para poder activar otras medidas de refuerzo", ha afirmado Emilio Quevedo, que fue el jefe de la comisaría general técnica de planificación de la seguridad. El comisario además ha dejado descolocado al fiscal cuando le ha afirmado que se activaron el doble de efectivos que en una jornada electoral: "El dispositivo de Mossos para el 1-O fue de unos 7.800 agentes. En una jornada electoral normal se destinan entre 2.500 y 3.000".

"Se activaron unidades que normalmente no se activan en los dispostivos, eso aportó 800 agentes más para poder incorporarlos en el dispositivo del 1-O", ha concretado Quevedo a preguntas de la abogada del Estado. Y ha explicado que se alquilaron vehículos para añadirlos al dispositivo policial, un hecho que ha calficado de "sin precedentes".

 

 

Conseguir la inactividad absoluta de 2.300 centros de votación que estaban previstos, si no se pudo hacer en su totalidad por su complejidad a partir de todas las fuerzas de seguridad del estado y de Mossos, es obvio que no se pudo cumplir completamente", y aquí el fiscal ha entrado en un "tuya-mía" con Quevedo sobre la Brigada Mòbil que tuvo que hacer frente a varias manifestaciones a favor y en contra del referéndum.

 

 

"Ante las iniciativas políticas que se estaban llevando a cabo en Catalunya era bastante obvio que se podían generar tensiones", ha afirmado Quevedo sin poder acabar porque el fiscal le ha cortado para decir "enfrentamientos?". Quevedo ha matizado las declaraciones de todo el mundo ante un fiscal que ha querido que dijera que había riesgo de violencia y que hubo tensión y enfrentamientos. Pero Quevedo ha aguantado bien el tipo y, con un relato sereno, no ha entrado en el juego del fiscal.

"Trapero nos pidió un informe técnico para valorar cuántos efectivos harían falta para cumplir el mandato judicial", ha afirmado Quevedo, que ha cuantificado entre 30.000 y 40.000 a los agentes necesarios. Una cifra imposible y por eso se valoró otro dispositivo con el refuerzo de la policía española a requerimiento.

"No se encontró en esta ingente actividad previa al 1-O ningún caso donde se tuviera que realizar" ningún cierre ni inmovilización de material, ha puntualizado Quevedo, que ha tenido que explicar detalladamente al fiscal cómo trabajaron los mossos días antes del 1-O.

"Se visitaron todos los centros", "se levantaron 4.000 actas y se identificaron a 2.000 personas que se mostraron responsables de los centros", ha explicado ante las preguntas incisivas del fiscal Javier Zaragoza, que ha parecido molestarse y todo en algún momento porque el comisario no decía lo que él quería.

La reunión con el Govern

Hay dos reuniones clave para la defensa del Mayor Josep Lluís Trapero que ya han aportado y jugado durante la instrucción del procés contra la cúpula de los Mossos en la Audiencia Nacional y que ahora salen por boca de los testigos en el juicio al procés.

Son dos reuniones en las que los responsables de los Mossos advirtieron del riesgo al Govern, les comunicaron que tenían que cumplir las órdenes judiciales y pidieron suspender el referéndum.

Hoy, de aquella reunión, Emilio Quevedo ha explicado que Forn no habló, Junqueras dijo que "la gente dejaría que la policía actuara" y Puigdemont expuso que "el Govern tenía un mandato y que lo llevarían adelante porque además estaba avalado por los resultados electorales.

Salvando a Trapero

Quevedo ha explicado lo que ya ha dicho todo el mundo: que Trapero no estaba de acuerdo con la figura del coordinador", pero hoy el comisario ha matizado por qué no estaba de acuerdo: "Porque tenía que recaer no en una figura política sino en un mando operativo".

El dispositivo Àgora apuntaba una valoración de riesgos y escenarios y se aplicaba la actividad en función de estos informes: "Solo recibí un informe justo el día del 1-O de la unidad de conflictividad sociolaboral donde se hacía una valoración general de los escenarios del 1-O".

Sobre el 20-S, Quevedo ha afirmado que se activó el helicóptero una vez se supo que había armas dentro de los coches de la Guardia Civil.