El juez de la Audiencia Nacional pidió a Jorge Fernández Díaz que hoy llevara de forma voluntaria el teléfono móvil que utilizaba como ministro. El exministro del Interior no ha hecho ningún tipo de caso y se ha plantado en la sala sin este. Frente a esto, Manuel García Castellón ha emitido un auto este viernes, después del careo, para que este dispositivo le sea entregado. Se quiere comprobar si realmente existen los mensajes que le atribuye su exnúmero dos, Francisco Martínez, interesándose por la Operación Kitchen, el entramado parapolicial que Fernández Díaz dice que desconocía.

En el auto, el magistrado instructor señala que la "finalidad exclusiva" del requerimiento es "examinar si en este terminal están los referidos mensajes", ya que este teléfono móvil está considerado un "efecto del delito". Una vez entregado el dispositivo, García Castellón volverá a citar al exministro del Interior y su defensa para examinar el terminal y la existencia o ausencia de estos mensajes. El investigado tiene que garantizar su integridad hasta que se proceda su entrega, asegura el juez. Avisa de que podría incurrir en responsabilidades penales en caso de ocultación o destrucción de efectos judiciales.

Ahora hace dos semanas, el juez pidió al exmáximo responsable de Interior que llevara el teléfono móvil que tenía cuándo era ministro de forma voluntaria. Pero hoy, cuando le han dicho que tendría que dejar el dispositivo en la Audiencia Nacional, Jorge Fernández Díaz ha respondido que ni siquiera lo llevaba encima. Ha asegurado que aportará un informe pericial para demostrar que los supuestos mensajes SMS son "falsos".

Martínez vuelve a apuntar contra el ministro

En su día trabajaron juntos en el Ministerio del Interior. Hoy están totalmente enfrentados. Este viernes se ha vivido en la Audiencia Nacional un tenso careo entre las versiones del exministro Jorge Fernández Díaz y quien fue su número dos Francisco Martínez. Según informan fuentes judiciales, el primero ha vuelto a negar haber tenido conocimiento de la Operación Kitchen, la trama para espiar y robar documentos comprometedores a Luis Bárcenas. El segundo ha insistido en su relato: le llamó para saber del operativo y tiene mensajes guardados que prueban que su superior estaba al corriente de todo. El juez pidió este cara a cara ante las versiones contradictorias, que se han mantenido.