Jordi Cuixart ha desarmado a la fiscalía, que ni ha intentado probar la rebelión y la violencia en el caso de Carme Forcadell.

Cuixart ha dado una lección magistral de derechos humanos y la resistencia no violenta. "No la hemos utilizado nunca en la historia del catalanismo", ha proclamado el presidente de Òmnium.

La fiscalía tampoco ha enseñado sus cartas hoy para demostrar la violencia y el alzamiento que avalaría la rebelión que le puede costar 17 años de prisión.

Jordi Cuixart, contundente y firme, ha parado los pies al fiscal, Javier Moreno.

Cuixart ha sorprendido en medio del interrogatorio del fiscal negando su declaración del 11 de enero durante la instrucción ante el juez Pablo Llarena y mostrando una firme voluntad de que su encarcelamiento tiene que servir para resolver el conflicto entre Catalunya y España: "Mi prioridad no es salir de la prisión. Mi declaración ante el juez instructor estaba condicionada por un choque emocional. Ahora mi prioridad es solucionar el conflicto político". Cuixart ha negado, también, rotundamente la violencia.

"Yo soy un preso político, no soy un político preso", ha dicho Cuixart durante el interrogatorio del ministerio fiscal con el fin de aclarar que no participa en el día a día político ni tiene conocimiento de las leyes, desmarcándose de los órganos políticos. "Yo no puedo hablar de las cosas en las que no he participado", ha añadido.

Cuixart ha negado que el referéndum fuera delito. Y, un día más, la fiscalía se marcha a casa sin enseñar los siete coches dañados.

Carme Forcadell

La presidenta del Parlament ha anulado también a la fiscal Consuelo Madrigal, que ha intentado poner contra las cuerdas a Carme Forcadell sobre las votaciones que se hicieron y las leyes que se tramitaron, con un total desconocimiento del reglamento del Parlament, que ha estado sobre la mesa de los acusados durante toda la declaración.

Ni una sola pregunta sobre violencia. Madrigal, además, se ha hecho un lío con tuits que no ha sido capaz de mostrar.

Forcadell se ha desmarcado del Govern. De hecho, su papel ya está desmarcado del poder ejecutivo por ley. "Yo no participé ni dirigí ninguna estrategia. Me limité a ejercer el cargo de presidenta del Parlament", ha dicho Forcadell cuando la fiscal la ha cuestionado. "No es necesario ser jurista para ser presidenta del Parlament", ha dicho Forcadell ante las preguntas de la fiscal, a quien le ha tenido que explicar el funcionamiento del Parlament y la Mesa.

De hecho, la estrategia de su abogada ha sido siempre demostrar que Carme Forcadell no pudo organizar el referéndum desde el Parlament. Y de aquí las preguntas que Olga Arderiu ha hecho siempre a todos los acusados.

Forcadell ha acabado reprochando al Tribunal el hecho de que a toda la Mesa se la juzgue en Barcelona menos ella.

Con Jordi Cuixart y Carme Forcadell se han acabado las declaraciones de los acusados. Y de momento ni una pizca de prueba sobre la violencia ni la malversación, los principales delitos por los que se les acusa.

Empiezan los testigos sin Torrent

Los testigos del miércoles empezarán con Joan Tardà. Por la mañana está previsto que declaren después de Tardà, Artur Mas, Soraya Sáenz de Santamaría y Cristóbal Montoro.

El presidente del Parlament, Roger Torrent, no vendrá. Fuentes del Parlament explican que ayer el presidente Torrent informó al Tribunal Supremo de que "la citación coincide con un día de pleno y que, por lo tanto, no podrá asistir a la declaración porque estará presidiendo la sesión".

Fuentes del Supremo aseguran que no han recibido la notificación hasta hoy.

Torrent ha informado al Tribunal Supremo del calendario de sesiones del Parlament de Catalunya a fin de que lo tengan en cuenta a los efectos de una nueva citación.

Manuel Marchena dirá mañana, al inicio de la sesión, y de voz, si lo cita nuevamente y cuándo. Si está justificada la ausencia, como es el caso, no tendría que pasar nada, más que poner una nueva fecha.

El primero de la tarde del miércoles será Mariano Rajoy, seguido de Marta Pascal, Núria de Gispert, Eulàlia Reguant y Antonio Baños.

Sin calendario

Al final de la sesión, Andreu Van den Eynde ha intervenido para recordar al tribunal que no tienen el calendario de testigos previsto para la semana que viene y que así es difícil poder preparar los interrogatorios.

El presidente del tribunal, Manuel Marchena, ha admitido que no tienen el cronograma y que todavía no pueden fijar la duración de los interrogatorios. "No sabemos qué tiempo necesitaremos para cada uno de los testigos", ha dicho. Hay 500.

Marchena espera fijar la duración de los interrogatorios esta semana y comunicar el orden en cuanto pueda. "La prueba testifical no dará margen a la improvisación", ha añadido.