De escándalo en escándalo. La vida de Juan Carlos I, como rey y después emérito, ha ido acompañada del hundimiento de su imagen pública. El año 2012 se disculpaba por haber ido de caza a Botsuana para matar elefantes y coincidiendo su ausencia en España mientras se vivía una crisis económica sin precedentes: "Estoy deseando volver a mis obligaciones, lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir".

 

rey elefantas

Mientras pronunciaba estas palabras, Juan Carlos I ya estaba involucrado en el fraude fiscal con las supuestas comisiones por la construcción del AVE en la Meca que recibía de la monarquía saudí. El macroproyecto ferroviario se otorgó en 2011, un año antes del escándalo de la cacería en Botsuana, a un consorcio de empresas españolas donde el rey emérito intervino y cobró 100 millones de dólares.