Nueva entrega de la Operación Catalunya, que ya se alarga –supuestamente– hasta septiembre del 2015. El Ministerio del Interior intentó acelerar decenas de investigaciones que estaban sin judicializar pocos días antes de las elecciones del 27-S.

Así lo publica El Diario.es, que explica que cuando no quedaban ni tres semanas para los comicios, el jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), que en aquellos momentos era Manuel Vázquez, el jefe de la Brigada Anticorrupción, José Manuel García Catalán, dos jefes de sección y los jefes de ocho de los doce grupos que tiene la Brigada se reunieron para buscar casos que inculparan dirigentes independentistas.

La reunión se produjo en la propia sede de la UDEF. Vázquez quería repasar al menos diez investigaciones que ya había ordenado abrir unos meses antes, a raíz de unos sobres que recibió que mezclaban recortes de diarios e informes sobre supuestos actos de corrupción de los líderes soberanistas y su entorno. Los sobres no tenían remitente, ni sello, ni firma. En su momento, se decidió no juzgar nada, pero, entonces, se acercaban las elecciones plebiscitarias del 27-S y podía ganar el independentismo.

La UDEF fue, pues, el centro de las maniobras. Siempre según el medio citado, un grupo de policías actuaba sin ningún tipo de control judicial y elaborando sin pausa informes que, en ningún lugar de acabar en manos de la Fiscalía, iban directamente a algunos medios de comunicación.

Un ejemplo de eso fue el caso que afectaba la familia del expresidente a Jordi Pujol, cuando la examante de Jordi Pujol Ferrusola Victoria Álvarez podría haber sido obligada por el jefe del gabinete de Mariano Rajoy, Jorge Moragas, a aportar datos, pero también podría serlo el caso de la filtración de las fotografías de los jueces soberanistas, como avanzaba ayer El Nacional.