La propuesta del PSC de una nueva política lingüística en la enseñanza en Catalunya que rompe con la inmersión ha levantado una intensa polvareda a raíz de la grieta que representa en el consenso clave para el éxito de este modelo durante décadas. El nuevo planteamiento socialista aparece formulado en los documentos elaborados de cara al próximo congreso del partido donde se propone hacer "de la diversidad lingüística en Catalunya un activo". "Defendiendo el catalán y el castellano a través de un modelo plurilingüe en la escuela con la flexibilidad que la realidad sociolingüística presente en nuestro país exige", añade.

El texto argumenta que la voluntad es hacer realidad lo que decía la histórica dirigente socialista Marta Mata: "Que los niños y las niñas tienen que amar el catalán y el castellano".

La inmersión lingüística, que señala el catalán como lengua vehicular en la escuela frente a otros sistemas pedagógicos que apuestan por separar a los niños en función de la lengua, se ha considerado en Catalunya un modelo de éxito para garantizar la cohesión social y ha sido posible gracias a un amplio consenso político que históricamente ha incluido a los principales partidos catalanes, entre los cuales y de manera muy destacada, el PSC.

El cuestionamiento de este modelo ha sido impulsado los últimos años desde el Parlament por Ciutadans y PP, pero los socialistas catalanes seguían manteniendo formalmente el apoyo a la inmersión. Hasta ahora. De aquí la polémica suscitada por la propuesta que hace esta formación de cara al próximo congreso.

El PSC considera ahora que se ha roto el "pacto de convivencia en materia lingüística" que ha existido en las últimas décadas en la sociedad catalana, y responsabiliza de ello lo que describe como "instrumentalización que han hecho los nacionalismos de la lengua": "por el procés independentista, que ha asociado el catalán a su causa, y por una utilización partidista en torno a su uso, especialmente en la escuela".

"Ante el riesgo actual de que la lengua materna se convierta en un factor de división social, los socialistas volveremos a hacer todo lo posible por una convivencia efectiva y afectiva del catalán y el castellano, haciendo desparecer la confrontación entre lenguas que está poniendo en riesgo la convivencia y el patrimonio lingüístico común," advierte.

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