Estamos tranquilos, contentos y enfadados a la vez”. Así se expresan fuentes de la sala de máquinas de la Moncloa después de que se haya hecho público el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sobre Ángel Víctor Torres. El actual ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, que durante la pandemia de la covid era el presidente de las Islas Canarias, ha estado en el punto de mira durante unas cuantas semanas. La rumorología en el interior de la madrileña M-30 apuntaba a que la UCO derribaría a otro hombre de confianza de Pedro Sánchez. Pero no ha sido así.

El informe, que se hizo público este lunes, se limita a confirmar que la trama corrupta del caso Koldo “ejercía influencia” sobre el gobierno canario de Torres. La Guardia Civil certifica el papel importante que tenía el asesor del exministro José Luis Ábalos: "Se observa, una vez más, la influencia que Koldo ejercía en la Administración, provocada por Aldama y sus retribuciones mensuales, consiguiendo que el presidente de Canarias se encargara, directamente, de reclamar los pagos pendientes". Ahora bien, no apunta en ningún caso que Torres recibiera ninguna comisión ni que participara de manera directa en ninguna trama irregular.

“En cualquier caso, lo único que se aprecia es una relación fluida entre un presidente autonómico y el asesor de un ministro”, apuntan estas mismas fuentes del Gobierno. Admiten el nerviosismo que ha recorrido los pasillos de la Moncloa estos últimos meses, sobre todo después de que la UCO tumbara a Santos Cerdán y consiguiera que el juez del Tribunal Supremo encarcelara preventivamente al entonces secretario de Organización del PSOE; el hombre a quien Sánchez había confiado las negociaciones de su investidura y de la estabilidad de la legislatura con Junts per Catalunya. “Hace tiempo que esperamos un informe que confirmaría que Torres era un corrupto, y ahora este informe demuestra que no es así; hemos estado asustados injustamente demasiado tiempo”, denuncian estas fuentes.

Sobre los mensajes en los que Torres critica a Salvador Illa —el actual presidente de la Generalitat ejercía entonces como ministro de Sanidad— estas fuentes lo enmarcan en la normalidad de unas conversaciones informales y privadas. Y recuerdan el estrés que vivían los gobernantes durante la pandemia del coronavirus. La sala de máquinas de la Moncloa asegura que Torres es la primera persona que lo ha estado pasando mal durante estos últimos meses, especialmente su familia.

Rueda de prensa de Ángel Víctor Torres

El ministro ha anunciado que este mismo martes por la tarde comparecerá en rueda de prensa desde la sede de su Ministerio. De hecho, ya hizo lo mismo el pasado mes de febrero, cuando desmontó con pruebas las acusaciones de Víctor de Aldama en las que aseguraba que pagó al socialista pisos en Madrid con prostitutas. “Nadie que sea humano puede estar en dos sitios a la vez”, señalaba entonces el expresidente de las Islas Canarias.

El ministro aportó certificados de compañías aéreas que desacreditan “las mentiras” en forma de documentos que el conseguidor del caso Koldo aportó al Tribunal Supremo. Estos certificados de las compañías aéreas Binter e Iberia, garantizaban que Torres figuraba como “pasajero embarcado” en vuelos que se produjeron entre los 8, 9 y 10 de noviembre de 2018 entre las Islas Canarias y Madrid. Aldama había sostenido que el ministro habría estado con prostitutas entre el 9 y el 10 de noviembre en un piso alquilado por el mismo empresario.