La indignación se ha instalado en las localidades fronterizas del coll de Banyuls, entre el Alt Empordà y el Rosselló, porque el gobierno francés sigue cortando el paso a la circulación de vehículos. Hace dos años la decisión se argumentó por la pandemia de la covid, pero esta excusa ha caído por su propio peso, porque ahora ya no existe ninguna restricción por este motivo en el espacio Schengen. La restricción en el coll provoca muchos quebraderos de cabeza en las localidades vecinas, acostumbradas habitualmente a una gran interrelación, y se ha organizado un Change.org para reclamar la reapertura de la carretera.

La petición argumenta el porqué de su protesta. "Hace dos años que el coll de Banyuls está cerrado por las autoridades francesas, sin tener en cuenta los perjuicios para los habitantes de los dos lados de la frontera. No solo impide las actividades profesionales interfronterizas, sino que también supone un corte violento en las relaciones entre amigos o familias que viven en los dos lados: es una gran privación de la libertad. Se pierden los vínculos entre los pueblos, entre su gente, los clientes de nuestras actividades, se pierde dinero, energía y un montón de tiempo si tenemos que hacer todo el recorrido por El Pertús o Portbou. Molesta a los habitantes, a los comerciantes, a los viñadores, y a los ganaderos y además es arriesgado en caso de fuego", señalan. "Es por eso que pedimos recuperar la libre circulación por el coll de Banyuls, la abolición de pasos cerrados dentro del espacio Schengen", añaden.

El coll de Banyuls, a 357 metros de altura, es uno de los collados de las Alberes y enlaza el municipio empordanés de Rabós con el rosellonés de Banyuls de la Marenda. Es uno de los tres únicos pasos de carretera, junto con el de El Portús, y el coll dels Belitres, que tienen los Pirineos en esta zona mediterránea. Ante las protestas por los cortes, la Comisión Europea inició un "diálogo político y técnico" con el gobierno francés para revertir el cierre sistemático de pasos entre el norte y el sur, que sobre el papel vulneran la libre circulación de personas en la UE. Pero por ahora sin resultados claros.

Banyuls de la Marenda fue el lugar de nacimiento del escultor Arístides Maillol, que fue descrito por Josep Pla. A Pla no le gustaba Rodin, porque lo encontraba decorativo y destinado a gustar a los esnobs, y le entusiasmaba Maillol, porque era un hombre "arraigado a la tierra, al Mediterráneo, a la viña".