Badalona ha vivido este domingo por la tarde momentos de tensión durante un mitin de Vox en la Rambla cuando el secretario general del partido, Ignacio Garriga, ha interrumpido el acto para enfrentarse e intentar agredir a un grupo de manifestantes que han protestado con cazuelas y gritos antifascistas. El representante del partido de extrema derecha ha parado de hablar para "contar los pasos" que lo separaban de los "totalitarios", se ha acercado rápidamente enfurecido y los Mossos y organizadores y asistentes del mitin lo han tenido que detener y apartar para evitar que el incidente acabara siendo más grave. Los Mossos d'Esquadra han formado un cordón policial durante el resto del acto para separar a los asistentes de la treintena de antifascistas. En un momento de su discurso, Garriga ha lamentado que los Mossos d'Esquadra no hayan disparado "pelotas de goma" y dado "porrazos" para disuadir los contrarios a la formación ultra.

El representante de Vox ha lamentado la falta de "libertad política" por el hecho de que, según él, el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, no haya permitido hacer actos a Vox sin separar las manifestaciones contrarias. El dirigente ha tildado a quienes protestaban de ser "cuatro energúmenos" y los ha acusado de insultarle y de "tirar piedras". La treintena de personas que se han reunido en la Rambla de Badalona, justo detrás del mitin, han hecho una cacerolada, han silbado y han gritado consignas como "Fuera de fascistas de nuestros barrios", sin que haya constancia de ningún lanzamiento de objetos.

Desde la cuenta oficial de Vox en Twitter también han reaccionado al incidente con un tuit. "Bravo a Ignacio Garriga por defender la libertad política en Catalunya enfrente del separatismo totalitario que asedia a los catalanes. De nuevo los mandos políticos de los Mossos incumplen la ley, no evitando un boicot a un acto político en plena campaña", reza el tuit de la formación ultra.

El incidente en Badalona se produce pocos días antes de las elecciones generales en España del 23 de julio. En estos comicios, que marcarán el futuro inmediato de España, Vox aspira a ser una fuerza decisiva para inclinar la balanza hacia la derecha y la extrema derecha, pactando con el PP de Feijóo. Según las últimas encuestas publicadas, la formación liderada por Santiago Abascal sería decisiva para facilitar al PP llegar a la Moncloa.