Parecía que Mariano Rajoy no respondería a las interpelaciones de Podemos sobre el referéndum, en el marco del debate sobre la moción de censura presentada por Pablo Iglesias. Pero ha habido que esperar al cara a cara entre los dos líderes para que aflorase la tensión y las diferencias cuanto al concepto de nación. Iglesias ha exigido al gallego que se abriera a pactar con la Generalitat un referéndum con "garantías", al par que Rajoy se ha vuelto que no utilizara "eufemismos" para lo que en el fondo suponía "la secesión" de una parte del Estado.

"Diga, ¿qué piensa usted de la soberanía nacional? ¿Es de todos los españoles?", le ha increpado Rajoy hasta varias veces. Iglesias no ha sabido cómo encajar el golpe, pero se ha vuelto criticando la actitud de PP y Cs. "Si Catalunya se va, no será por Joan Tardà, será por culpa de ustedes y su muleta naranja, que están cada vez más lejos de la mayoría social catalana", ha dicho. En segundo lugar, ha pinchado con la posibilidad presunta de que "todos los independentistas" fueran a la prisión, el Gobierno enviase a las fuerzas de seguridad o suspendiera la autonomía.

Conforme se acrecentaba la tensión, Iglesias ha instado al PSOE a frenar los "instintos reaccionarios" que el gobierno exhibió hace unas semanas, cuando empezó una escalada verbal sin precedentes ante la eventual convocatoria del referéndum. Fue entonces cuando la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, habló de "golpe de estado" y el presidente equiparó las leyes de desconexión del Parlament con "la peor de las dictaduras", esparciendo al fantasma sobre el uso de la fuerza para impedir el ejercicio de la autodeterminación.

"Si ustedes intentan tapar su corrupción con Catalunya, apelando a sus peores instintos reaccionarios, nos tendrá delante y pido al PSOE que se sume", ha dicho a Rajoy. La afirmación llega después de que hace semanas el jefe del ejecutivo hiciera una rueda de prensa en Génova donde sólo se centró en el soberanismo, justo cuando había estallado el escándalo por la Operación Lezo y el fiscal Manuel Moix era foco de las críticas.

No era la única alusión al acuerdo con los socialistas. El líder de Podemos ha alargado la mano al secretario general, Pedro Sánchez, para una alianza de los dos partidos –sin Ciudadanos– con que echar a Rajoy. Fuentes socialistas han lamentado que el discurso llegara después de votar en contra de Sánchez hace un año, aunque critican que el partido rival "mantiene sus vetos". El mismo portavoz, José Luis Ábalos, ha agradecido el "tono" pactista de Iglesias, pero ha considerado que la moción no había sido lo bastante trabajada para tener los 176 votos y eso generaba expectativas "falsas".