El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha cargado contra PP, PSOE y Ciudadanos durante la segunda sesión del debate de investidura. Lo ha hecho tildando estos tres partidos de "triple alianza", en un discurso claramente focalizado a situarse como único líder de la oposición, la única alternativa posible a Mariano Rajoy.

La frase más repetida por Iglesias, y que resume muy bien el tono de su intervención, ha sido "el tiempo pondrá a cada uno en su lugar", una expresión contundente que iba directamente dirigida a un PSOE "más cerca del PP que de Podemos" y a su portavoz, Rafael Hernando. En la misma línea, y todavía más contundente, se ha mostrado el líder de En Comú Podem, Xavier Domènech, que ha asegurado que la historia expulsará a los socialistas del Congreso.

Críticas en PSOE y C's

Pablo Iglesias ha tildado la abstención del PSOE de "trámite vergonzoso" y ha subrayado la importancia histórica del debate de investidura. Considera que el orden político de la transición se ha acabado con esta cesión de los socialistas y por otra parte, ha lamentado que esta decisión excluye a los ciudadanos de las grandes ciudades y los votantes de menos de 45 años. Es más, ha pedido a Rafael Hernando que, después de decidir abstenerse, rehúse mencionar los nombres históricos de los socialistas con el fin de no manchar su trayectoria: "No se comparen con ellos porque ustedes no tienen nada que ver".

Las críticas también han ido dirigidas también a Ciudadanos, un proyecto político "acabado", según Iglesias. "Con esta votación, se agota su función histórica", ha asegurado y ha apuntado a los movimientos del partido de Albert Rivera para ilustrarlo. Ha mencionado su acuerdo en Andalucía para impedir una alternativa al PSOE, como también ha apuntado el acuerdo de gobernabilidad del partido naranja en la Comunidad de Madrid para hacer presidenta a Cristina Cifuentes.

Al PP: "Cuando se pronuncie corrupción, ustedes callen"

Por otro lado, Iglesias también ha puesto énfasis en el carácter retrógrado y conservador del PP. Ha asegurado que es el partido que protege la violencia machista, de los recortes, del paro y que ha llevado a España al frente de Europa en términos de desigualdad. Por último, también ha querido recordar los casos de corrupción que afectan al partido de Rajoy al asegurar que "hay más delincuentes potenciales en esta cámara que fuera". En el turno de réplica, Iglesias ha ido más allá y ha asegurado que cuando se hable de corrupción al Congreso, ustedes [el PP] callen. De hecho, Iglesias ha recordado las "habilidades" de Rajoy para los SMS, en referencia a los mensajes que envió el líder de los populares a Luis Bárcenas.

Catalunya, mención aparte

Uno de los temas omnipresentes en el discurso de Iglesias ha sido la particularidad política catalana. Iglesias ha ejemplarizado la crisis del PSOE con la votación diferenciada a la investidura de los diputados del PSC. "Eso va para los que dicen que Catalunya no tiene un ecosistema político propio", ha explicado.

El líder de Podemos ha destacado la victoria de los independentistas a las elecciones del 27-S y, sobre todo, ha puesto énfasis en las victorias de las confluencias de Podemos en Barcelona en las municipales y en Catalunya en las dos últimas elecciones generales. ¿Con qué intención? Para apuntar las bajadas electorales del PDECat, que ha recordado que fue la formación bisagra –junto con el PNV– del sistema bipartidista. Por el histórico partido vasco, ha tenido una mención particular, ya que la ha considerado una excepción dentro de la regla en esta crisis del sistema: "El PNV se salva de este cambio, junto con la monarquía, bien unidos por la Cruz de Borgoña".

Domènech insiste en la vía soberanista

El portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech, ha contribuido a atacar al PSOE, estableciendo una paralelismo entre la abstención y las malas perspectivas electorales de los socialistas. El líder catalán ha reafirmado su intención de construir una mayoría alternativa al bipartidismo y se ha postulado, en Catalunya, como la alternativa que reconozca el derecho a decidir y "que no condene a uno de cada cuatro catalanes a la pobreza".

Por su parte, el líder de Unidad Popular, Alberto Garzón, ha puesto el foco en los poderes fácticos del sistema y ha asegurado que la abstención socialista se debe a sus presiones: "La política del PP es correcta para Felipe González, el Ibex 35 y las grandes empresas". Alexandra Fernández, de En Marea, ha cerrado la intervención de Podemos y sus confluencias, con una polémica calificación de "golpe" a la investidura de Rajoy.

Rajoy contraataca con chulería

El candidato a presidente del gobierno, Mariano Rajoy, ha estribillo con un tono chulesco a los líderes de Podemos y sus confluencias. "No puedo aceptar que su opinión prevalezca sobre la mayoría de los españoles", ha asegurado al recordar una vez más que fue el candidato del partido más votado a las últimas elecciones generales. La pedantería de Rajoy se ha hecho patente cuando se ha dirigido en Garzón para decirle que no sirve de nada que le recuerde que el PP ha perdido escaños porque "prefiere" sus resultados que los suyos. Es más, ha justificado que se convierta en presidente porque en España, desde la transición, siempre ha gobernado el partido más votado. En contraposición, Rajoy ha asegurado que los votantes "van conociendo" en Podemos y eso explica los resultados del 26-J.

Para acabar de arreglarlo, Rajoy ha recordado que Iglesias pronosticó erróneamente en el debate de investidura de marzo que las izquierdas gobernarían en Galicia después de las elecciones del 25 de septiembre, cuando finalmente revalidaron a Alberto Núñez Feijóo, del PP. Con todo, Rajoy ha asegurado que la decisión de formar gobierno es "europea y sensata", ya que en Europa las coaliciones "son al orden del día".

El candidato del PP también ha tenido unas palabras, aunque breves, para el proceso soberanista catalán: "Derecho a decidir, sí, pero que decidan todos los españoles", ha dicho Rajoy en respuesta a Xavier Domènech. El presidente en funciones ha alegado que los planteamientos que se hacen desde Catalunya ni siquiera se pueden discutir porque "la ley se tiene que cumplir".