Pablo Iglesias, antes de abrir la Taberna Garibaldi, ha explicado una anécdota: "Han llamado para reservar y me han reconocido". El bar del exvicepresidente del Gobierno abre este martes y hay quien ha pedido que le reserve mesa para poder ver el espacio durante estos primeros días, ante la previsión de afluencia. Que un alto cargo del ejecutivo estatal abra un establecimiento de restauración para rojos no es una cosa que se vea cada día y parece que ha causado mucha expectación.

El exlíder de Podemos ya ha trabajado tras la barra. Según ha explicado él mismo en un vídeo, ha sido durante el estreno privado que se ha celebrado este lunes. "El grueso del trabajo lo llevan otros compañeros, pero hoy tenía que echar una mano porque es la inauguración, que vienen amigos", ha relatado. Así, la apertura oficial al público es este martes y mucha gente ha pedido que le guarden una mesa: "Han llamado unas señoras para reservar, he respondido yo, les he tomado nota y me han reconocido. Unas risas".

Iglesias, "un poco nervioso"

Tras la barra, Iglesias no se ha encontrado muy cómodo, como mínimo "todavía no". "Estoy un poco nervioso porque los estrenos siempre son difíciles, pero es un día bonito", ha expresado. Además, ha dado un detalle importante de la Taberna Garibaldi: tendrá un tirador de Voll-Damm, la cerveza doble malta de la empresa catalana Damm. "Vendrá Luis Tosar", ha bromeado, haciendo referencia al anuncio de la marca protagonizado por el actor.

Desgraciadamente, el día no ha sido tan "bonito" para el exvicepresidente del Gobierno. El bar ha sido amenazado el día antes de la apertura, a fin de que se retire de la carta el llamado "cóctel de Durruti". Un grupo anarquista ha hecho pintadas en la fachada del local advirtiendo al exlíder de Podemos que retire la bebida o que pasarán "en la acción". El cóctel está dedicado a Buenaventura Durruti, uno de los referentes del anarquismo español. Es bien sabido que comunistas y anarquistas nunca se han llevado muy bien y, en este caso, parece que hay gente que no ha querido que Iglesias se apropie de uno de sus símbolos. La carta de la Taberna Garibaldi está llena de bebidas que hacen un homenaje a personalidades de la izquierda revolucionaria: Fidel Mojito, el Ché Daiquiri, el Mandela Zulú, el Gramsci Negroni, el Pasionaria Puerto de Valencia y el polémico Durruti Dry Martini, que ha provocado amenazas justo antes de la apertura oficial de este martes.