La historia se repite. Ciudadanos está fuera del Congreso de los Diputados y en vías de desaparición como organización política por todo el Estado, pero sus ideólogos y fundadores no se dan por vencidos. Intelectuales y políticos vinculados al partido naranja, como Fernando Savater, Francesc de Carreras, Gabriel Tortella, Francisco Igea, Elvira Marcos o Andrés Trapiello, han impulsado un "proyecto de partido": 'La Tercera España'. Según ha avanzado El Confidencial, estas y otras personalidades han firmado un documento en el cual ponen las bases de este incipiente partido que definen como "socialdemócrata", favorable a los grandes pactos de Estado entre el PP y el PSOE, y a través del cual buscan recuperar "las prácticas, valores e instituciones de la Transición española", aunque se acercan en muchos ámbitos a los postulados de Vox.

La Tercera España surge en el contexto posterior a las elecciones generales del 23-J, que dejaron un Congreso fragmentado en dos bloques y las negociaciones para la investidura entre el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el president de la Generalitat en el exilio, Carles Puigdemont, con el trasfondo de las críticas de la derecha, la ultraderecha y el antiguo PSOE ante la posibilidad de que se apruebe una amnistía para los encausados con el procés. Los impulsores de este nuevo proyecto critican en el manifiesto la "indecisión" de la derecha y el "populismo" de la izquierda, aunque dirigen la mayor parte de la furia al ejecutivo español, al cual acusan de haber dado en los últimos años un "recital de falsedades, contradicciones e incompetencia", y a su líder, al cual tildan de "aventurero sin principios".

En este sentido, compran la tesis del PP sobre que el PSOE ha perdido las elecciones, y, por lo tanto, no tiene que seguir gobernando, todavía menos si es gracias a "una multitud abigarrada de micropartidos" a los cuales une "el repudio a la Constitución y a las instituciones españolas". "Si el PSOE fuera un partido democrático, hoy reconocería la derrota y ofrecería su apoyo a un gobierno del PP". En este sentido, lamenta que la derecha está "desdibujada" y falta de convicción y confianza en sí misma. Por todo ello, esta esfera de figuras intelectuales defiende que hay que recuperar "el espíritu de buena voluntad, renovación y concordia" de 1978.

En una segunda parte del manifiesto, hacen una serie de propuestas políticas que no tienen nada de nuevo. Proteger la separación de poderes a la legislación, reducir las ventajas de los políticos, corregir las ventajas de los "partidos anticonstitucionales sobrerrepresentados en el Congreso", centralizar totalmente la política exterior en Madrid a través del Ministerio de Exteriores, asegurar la educación en español en Catalunya y el País Vasco, reducir la intervención en la economía de mercado, dar apoyo a los empresarios y limitar el número de ministerios.