A principios de los 80, Miquel Iceta ya era militante del PSC. Ha hecho de todo en el partido y ha trabajado para todos sus líderes. También en Madrid. En 2012 cogió las riendas del PSC tras una dramática escisión. Ahora pide a los militantes que lo revaliden como primer secretario del partido. El sábado se enfrentará en las primarias con la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlon. Los dos se respetan. En esta entrevista en El Nacional, sin embargo, Iceta explica por qué cree que tiene que continuar al frente del PSC.

¿En qué se diferencia su proyecto para liderar el PSC del de su rival en las primarias, Núria Parlon?

Las diferencias las tienen que ver los otros. Yo represento una experiencia y una solvencia contrastada, un reconocimiento público después de haber levantado al PSC de la crisis más profunda desde la fundación del partido. He centrado nuestro mensaje en un momento muy difícil, que todavía durará con una crisis política muy importante en Catalunya. El próximo año yo creo que veremos un fracaso o un desastre con esta opción de o referéndum acordado -que no se acordará porque ya diremos que lo haremos igualmente- o un referéndum organizado por la Generalitat sin amparo legal, que será una repetición del 9-N. Configuran un mapa muy complicado en Catalunya con una situación en España dominada por la hegemonía de la derecha y con un PSOE en crisis. En medio de esta tormenta, yo creo que puede ser bueno para el PSC mantener el rumbo y el liderazgo.

Veo difícil compatibilizar la primera secretaría del PSC con una alcaldía

Precisamente porque es un momento político muy intenso, usted defiende que el primer secretario del partido tiene que ser el presidente del grupo parlamentario. ¿Por qué?

Porque yo creo que el centro del debate político es el Parlament y conviene que los líderes de los partidos estén allí. De hecho, lo están todos. Hacer oposición desde fuera del Parlament es muy complicado. También es verdad que veo difícil compatibilizar la primera secretaría del PSC con una alcaldía. Núria se ve capaz de hacerlo y yo no lo pongo en duda. Lo que sí sé es que los alcaldes ponen su municipio por delante de todo. Como tiene que ser. Yo creo que es un año en el que no podemos olvidar ni por un segundo la primera secretaría del PSC.

¿Cuál es el principal activo de Núria Parlon?

Representa a una generación joven, preparada, con mucho empuje, bregada en la política municipal, que ha conectado con el sentimiento de la gente de Santa Coloma que quiere una ciudad mejor, y que quiere construirla desde abajo. A pie de calle, como ella misma dice. Yo le veo todas las virtudes.

Muy pronto se hará evidente que no hay una salida unilateral y que la propuesta más sólida es la nuestra

¿El PSC ha perdido conexión con su votante potencial?

Lo que sé es que antes de la escisión de 2012 sacamos 525.000 votos y, después de esta crisis y conmigo como candidato, sacamos 523.000. Sin embargo, no nos podemos conformar y, con respecto al proyecto, el tiempo nos acabará dando la razón. Recuerdo cuando se nos decía que el referéndum era una pantalla pasada. Muy pronto se hará evidente que no hay una salida unilateral. La única salida es la del diálogo y el pacto. Y la propuesta más sólida en este sentido es la nuestra. Quizás para muchos, eso todavía no es asumible y no se atreven a decirlo porque lo que están proponiendo es una vía condenada al fracaso.

Volviendo a la pérdida de conexión con la ciudadanía...

Nosotros representamos a medio millón de personas...

¡Sí pero son muchas menos de las que representaban antes!

De acuerdo. Pero más que la CUP. Lo digo porque al PSC se le trata como si ya no contara. Estamos gobernando en las 4 capitales catalanas. Cuando todo el mundo tiene un problema, acaba encontrándonos a nosotros como pasó en Girona. El PSC es un partido más pequeño de lo que era pero que representa a medio millón de catalanes. ¿Querría ser más? Sí. Este es nuestro trabajo, conseguirlo. Pero hay un trabajo previo: que se le reconozca el papel que tiene.

Ha habido algunas propuestas deslumbrantes en los comunes, pero en la práctica son más limitadas de lo que se había previsto

¿Qué les pasa con el votante joven? Opta por los comunes, la CUP...

Tenemos que conseguir que la gente joven vea que el cambio que nosotros proponemos es más serio que el que proponen otros. Por ejemplo, los comunes. Ganaron en la ciudad de Barcelona y dijeron que harían un gran cambio sobre lo que habían hecho los gobiernos socialistas. Ha pasado un año y, es verdad, han tomado una gran decisión: incorporar a los socialistas al gobierno de Barcelona. Yo creo que ha habido algunas propuestas deslumbrantes, pero en la práctica son más limitadas de lo que se había previsto. La nuestra quizás no es una propuesta tan deslumbrante pero, en cambio, somos los que hemos promovido los grandes cambios de este país.

La reforma constitucional se tiene que pactar con otros partidos. Por lo tanto, cuanto más cerrada hagas la propuesta, más difícil será pactarla

Núria Parlon dice que la declaración de Granada es una declaración de intenciones y que el PSC no tiene una propuesta concreta para resolver el encaje de Catalunya en España. ¿Qué piensa de ello?

Sí, pero cuando le preguntas qué quiere cambiar, enumera una serie de cosas que están allí dentro. En Granada hay dos documentos: una declaración de tres folios y un documento más amplio. Desde el punto de vista de los contenidos, yo creo que están allí. Si alguien quiere añadir alguna otra cosa, está invitado a hacerlo. Tenemos que recordar, sin embargo, que la reforma constitucional se tiene que pactar con otros partidos. Por lo tanto, cuanto más cerrada hagas la propuesta, más difícil será pactarla. Por eso yo creo que Granada tiene el gran acierto de señalar los elementos que tendría que haber en esta propuesta desde el punto de vista territorial y también apunta algunos cambios sociales y democráticos. Sobre este tema intento decir siempre lo mismo y que haya una posición muy sólida. Precisamente porque el PSC viene de una época confusa y, cuando se hacen propuestas sin precisarlas, uno puede tener la percepción de que el PSC no tiene las ideas claras. Eso, en estos momentos, sería perjudicial.

Quieren reducir el catalanismo al independentismo y eso es un mal negocio para Catalunya

Del PSC se ha dicho a lo largo de estos años que ha perdido el acento catalanista....

¡Uhh! Eso ahora lo tenemos arreglado. Quieren montar el PSOE en Catalunya. Después de tantos años de decir que el PSOE en Catalunya éramos nosotros, ahora quieren montar uno. Con eso tenemos la prueba evidente de que el PSC ha sido siempre el PSC. El PSC ha sido un partido catalanista, que se inventó la inmersión lingüística y lo ha demostrado toda la vida. Ahora, es verdad, el PSC no es independentista y tiene un proyecto federal para España. Ahora quieren reducir el catalanismo al independentismo y eso es un mal negocio para Catalunya.

Los independentistas que se sienten frustrados por lo que hace o no hace el Govern, tendrían que pedir explicaciones

La legislatura de la desconexión no pasa del ámbito declarativo?

¡Nada! Incluso estos proyectos que dicen que desconectan, como el de la Agencia de Protección Social, después de leerlo cuatro veces vi que no desconectaba nada. Por eso, empiezo a tener la mosca tras la oreja. ¿Por qué se utilizan unas palabras que después no acompañan los hechos? ¿Es un espejismo? Quizás los independentistas que se sienten frustrados por lo que hace o no hace el Govern, tendrían que pedir explicaciones.

Si alguien pretende que el PSC vote una cosa que no hemos negociado, es que no nos conoce

¿Y, entonces, por qué no votan unos presupuestos de la Generalitat que podemos concluir que siguen la lógica autonomista?

Los primeros presupuestos, porque no los quisieron negociar con nosotros. El otro día le dije al president Puigdemont que no nos habían invitado a esta fiesta. Si alguien pretende que el PSC vote una cosa que no hemos negociado, es que no nos conoce. En cambio, dispuestos a hablar, siempre. También es verdad que un gobierno que tiene como objetivo la independencia, que no es nuestro objetivo, comporta una dificultad objetiva para entenderse. Si además, no quiere negociar con nosotros, no puede esperar nuestro apoyo.

El RUI está muy condicionado por la experiencia del 9-N. En la medida en que se quiera repetir esta experiencia, el resultado será el mismo

Imagínese que en el mes de septiembre se convoca un referéndum, bajo la legalidad catalana, y le toca presidir la mesa electoral de su colegio. ¿Qué haría Miquel Iceta?

No iría. Yo cumplo las obligaciones que marcan las leyes vigentes. Ahora, los inventos del TBO, no. Todavía no he encontrado a nadie que me conteste en qué sería diferente el referéndum que Puigdemont ha encargado a Junqueras y Romeva, de la consulta del 9-N de 2014. Este verano ha habido un debate entre independentistas muy interesante sobre este punto. Los independentistas que ponen pegas tienen razón. ¿Cuál será la diferencia? El independentismo que tiene todo el derecho a mantener su reivindicación y hacerla avanzar, también tiene la obligación de dar algunas explicaciones. Si se hace lo mismo, el resultado puede ser el mismo. ¿Quién se movilizó el 9-N? Los partidarios del 'sí'. ¿Causó algún efecto? ¿Convenció a los que no confían en esta vía? No. ¿Por qué será diferente el próximo año? Hoy el referéndum unilateral está muy condicionado por la experiencia del 9-N. En la medida en que se quiera repetir esta experiencia, el resultado será el mismo.

La práctica nos dice que, cuando las mayorías son muy ajustadas, los referéndums no acaban de servir para dirimir cosas importantes

¿Y si se convocara el referéndum y la mayoría de ciudadanos votara en contra de la independencia? ¿No es mejor consultar a la población y salir de dudas?

Hasta que al cabo de un año, si saliera que 'no', alguien volviera a la pantalla anterior. Como ha pasado en Escocia, que hicieron uno hace dos años y ya se plantean otro. La práctica nos dice que, cuando las mayorías son muy ajustadas, los referéndums no acaban de servir para dirimir cosas importantes. Yo me hago todas estas preguntas con toda sinceridad. Pero yo le pregunto al president con qué primer ministro europeo se ha visto y no me responde.

Nosotros realmente sabemos que no existe una solución unilateral

¿El mundo nos mira?

No. Nosotros realmente sabemos que no existe una solución unilateral. Aquí en Catalunya ya vimos uno así, en 2014. Por lo tanto, a mí me extraña mucho que se quiera repetir la experiencia.

Descartan el referéndum, ¿pero qué piensa hacer el PSC para que su propuesta de reforma de la constitución sea una alternativa válida?

Seguiremos insistiendo. Un independentista que hace cinco años que le dicen que ya llegará la independencia, ¿qué hace? Insistir. Pues nosotros también. Este es el reconocimiento de que unilateralmente no se pueden cambiar las cosas.

¿Y cómo es la relación con C's y PP? En según qué temas, parece que les quieran sumar a su bloque. ¿Les hacen un flaco favor?

Cuando un partido está convencido de lo que defiende, coincidir con otros no es ningún problema. Lo que sucede es que tenemos un proyecto muy diferente del suyo. Queremos un cambio profundo del Estado español para convertirlo en un Estado federal. Lo que no queremos de ninguna de las maneras es frentismo y la división de la sociedad catalana en dos bloques enfrentados. Entre otras cosas, por eso no votaremos la investidura de Rajoy.