No era un congreso fácil. Pero el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha querido aprovechar la cumbre socialista para rehacer con el PSOE los puentes que saltaron por los aires con el "no" de los catalanes a la investidura de Mariano Rajoy; ha tejido hasta la madrugada una ejecutiva que permitiera garantizar la unidad interna del partido con una Núria Parlon a quien superó por la mínima en las primarias; y ha situado el discurso de los socialistas catalanes como una mano tendida a la confluencia con Podemos pero también con el gobierno del PP. Y todo ello reivindicando Catalunya como nación pero matizando que nadie tiene que ver en esta reivindicación ningún riesgo. Toda una exhibición de arquitectura congresual.

Iceta ha aprovechado todas y cada una de sus intervenciones en el congreso –hasta tres–, para dejar clara la voluntad de cerrar heridas con el PSOE. Lo hizo ya desde el momento en que presentó el informe de gestión el viernes por la noche y evitó citar a Pedro Sánchez, lo cual le reprochó uno de los delegados desde los micrófonos del congreso. Lo hizo de nuevo, al quedar ratificado el sábado como primer secretario y ha insistido esta mañana.

"No nos gustaría que algunos, por activa o por pasiva, nos expulsaran ni nos dejaran de lado", ha pedido al PSOE insistiendo en que el PSC no quiere renunciar a tener un proyecto para España y a estar en el "puente de mando" del partido.

Incluso, ha ironizado sobre el hecho de que la presencia del exministro Josep Borrell en la primera fila del congreso le impedía –para evitar suspicacias– señalar que el PSC quiere presidir el gobierno español.

El PSOE, que rompiendo la tradición, no ha enviado a ningún representante de su actual cúpula al congreso, ha respondido felicitando a los socialistas catalanes a través de Twitter.

También Pedro Sánchez, que tampoco ha aparecido citado en el discurso de clausura de Iceta, ha felicitado al PSC desde las redes. Iceta no ha cuestionado en ningún momento el no de los socialistas catalanes a la investidura de Rajoy. De hecho, lo ha reivindicado tantas veces como ha podido. Pero tampoco ha querido convertir la cumbre catalana en un aquelarre de apoyo al exsecretario general, la última intervención pública del cual ha levantado reticencias en algunos sectores del partido, a pesar que conserva una amplia y evidente simpatía entre la militancia.

Quien no ha escondido los llamamientos a la continuidad de los vínculos federales han sido las responsables de los socialistas de las Illes y del PSE, Francina Armengol y Idoia Mendia, que han reclamado desde el escenario del congreso la presencia del PSC para "mejorar" el PSOE.

Al PP: "Estamos para lo que haga falta"

Al mismo tiempo, el dirigente socialista ha insistido en la apuesta por la confluencia con la izquierda que representa Podemos, pero también con el ejecutivo del PP. Durante su parlamento de clausura ha citado directamente al popular Santi Rodríguez que ha acudido en representación del PP para proclamar: "Aquí hay ganas de dialogar, hay ganas de negociar, de arriesgar". "Lo único que no podremos aceptar es una puerta cerrada o una oreja tapada, pero a partir de aquí, estamos para lo que haga falta", ha remachado a pesar de reivindicar por enésima vez el "no" a Rajoy en el debate de investidura.

"Catalunya quiere ser reconocida como nación"

Menos explícito ha sido el papel que quiere asumir en el Parlament en relación en el Govern aunque ha abordado el debate independentista catalán y ha insistido en situar al PSC en la exigencia de un reconocimiento como nación y un trato más justo. "Catalunya quiere ser reconocida como nación. Nadie tiene que ver ningún tipo de riesgo ni para la unidad de España ni para la fraternidad entre los españoles", ha asegurado a Iceta.

De hecho, ha descrito el concepto nación "como un sentimiento", ha reivindicado el papel del PSC en la tradición del catalanismo no independentista, y ha recordado que fue el socialista castellano-leonés Anselmo Carretero quien acuñó el concepto de España como nación de naciones.

"No queremos poner fronteras, pero para no poner fronteras alguien tiene que poner puentes", ha advertido: "No me da miedo decir que me siento español, sobre todo si me quieren, no quiero tener dificultades".

Después de negociar hasta bien entrada la madrugada una nueva ejecutiva con Núria Parlon, que en las primarias demostró que mantiene un estrecho roce por el liderazgo del partido, Iceta ha mostrado la satisfacción por el acuerdo conseguido.

No ha sido sencillo. La alcaldesa de Santa Coloma ha hecho oír su peso dentro del partido hasta el punto de abandonar la cumbre con su núcleo duro a la una y media de la mañana y obligar a continuar las conversaciones por teléfono hasta garantizar una presencia equilibrada de su sector.