Después de las acusaciones que ha ido recibiendo durante toda la campaña de un bando y del otro, Miquel Iceta ha querido dejar clara una cosa: "Nosotros no investiremos a un presidente independentista ni a un presidente de derechas". Así lo ha asegurado en un acto en Rubí este martes por la noche, acompañada por la presidenta balear Francina Armengol. "El 21 de diciembre podemos cambiar y podemos decidir que no queremos saber más de la independencia, pero también de las políticas de derechas," ha sostenido el candidato del PSC. "Porque Catalunya no se lo merece", ha precisado. Intentando erigirse en medio de los dos bloques, ha dicho que la solución no pasa por cambiar de "monólogo".

El mismo Iceta empezó la campaña cerrando la puerta a investir a un presidente independentista, en referencia a Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, y después abrió la puerta a un Gobierno a la vasca, haciendo un gobierno de coalición sin estar dentro del gabinete. Ha reclamado un Govern "que no divida, que no dé miedo, que recupero la imagen de Catalunya". Hay que cambiar el rumbo de colisión y coger el rumbo de la prosperidad", ha añadido.

El gobierno que salga de las urnas no tiene que dar "una patada en la espinilla" cuando vaya a negociar, sino "ofrecer lealtad", como ha dicho que hará si es president de la Generalitat. Por otra parte, también ha avisado que "la alternativa no es cambiar un monólogo por otro" ni "hacer un experimento", sino "confiar en gente experimentada".

El primer secretario socialista ha mostrado preocupación por la situación económica. En este sentido, ha hecho referencia a un estudio del BBVA, según el cual en 2015 Catalunya fue la primera comunidad en crecimiento del PIB, en 2016 la tercera, en 2017 será la novena y en 2018 la última. "Debemos cambiar de rumbo, un rumbo equivocado que nos ha dividido, nos ha empobrecido, ha dejado tocada nuestra imagen como país", ha avisado.

En esta línea, ha defendido que el PSC es el único capaz de aportar soluciones. "Hay seis partidos para el follón y uno para la solución", ha asegurado Iceta, que ha defendido que la situación todavía puede revertirse. "Nos quieren llevar al borde del precipicio y que demos un paso adelante. Pero diciendo "no" no basta. Hace falta un proyecto", ha añadido.