Sonriente y nada tembloroso, aunque sus acompañantes sí ponían cara de solemnidad y nervios. Así compareció el exconseller Francesc Homs después de la hora y cincuenta minutos en los que ha declarado en el Tribunal Supremo. Homs ha acusado a las instituciones españolas de confabularse para perseguir el proceso de independencia, vulnerando el principio de separación de poderes. "La Fiscalía es el brazo armado del PP", ha denunciado para justificar que la sentencia "ya está dictada, porque hay un posicionamiento de prejuicio", propio de un "juicio político, no jurídico, hecho antes de empezar".

"Es el hilo gregario de lo que inició el PP, la fiscalía ha continuado, y la instrucción ha hecho después. Hay constancia de que las instituciones actúan de forma seguidista y arbitraria", expuso el exconseller de Presidència para argumentar su posición. Entre los motivos que sostendrían la tesis se encontraría el cambio de parecer entre el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya y el Tribunal Supremo, donde el primero consideró que no había delito, mientras el segundo sí decidió investigar la causa "por principio jerárquico y por implicación política", según Homs. Por ese motivo, el juez le habría pedido si se ratificaba en esa opinión y Homs habría afirmado que sí, "de manera evidentísima, no estaría yo tan equivocado".

Esta cuestión ha conformado el segundo de los puntos argumentales que el actual líder del Partit Demòcrata ha expuesto ante el Tribunal. La primera ha versado sobre la "legalidad" de haber puesto las urnas para la consulta del 9-N. "Ha habido un interrogatorio vivo, he explicado que la decisión que tomó el Govern era seguir el mandato de Catalunya, que tenía base democrática, y que tenía marco legal, porque promueve la participación, y los derechos fundamentales como la libertad de expresión e ideológica. En la medida que de mí dependían los servicios jurídicos, estábamos llamados a facilitarlo", ha cerrado.

En último término, Homs ha expuesto que el avance del proceso no se detendría, y que él era "el pretexto", aunque no un mártir. "Si lo que intentan es amedrentarnos, justo lo contrario, la sensación que tengo es que no es un tema personal. Antes y después que yo, vienen muchos. Por eso no sirve de nada [juzgar]", concluyó para indicar de forma ambigua que acataría "jurídicamente, pero no de forma política", una sentencia que espera que sea "condenatoria", quizá con penas de inhabilitación o pecuniarias.

Tampoco se detuvo Homs entonces, como consecuencia de la resolución del Tribunal Constitucional, afirmando que, a su juicio, era amplia y "tan imposible de aclarar", "allí estaba prohibido todo, incluso moverse", ironizó.

Precisamente, preguntado por El Nacional, el exconvergente ha afirmado que las cuestiones del interrogatorio han versado sobre si habría firmado "la carta famosa", "sí", dijo, al tiempo que Homs ha intentado disipar la idea de que no había "voluntad de desobedecer". "Era público y notorio, no hicimos nada a escondidas", indicó. Además, el político catalán ha explicado a partir de una pregunta del juez, que sí se habría intentado "meter miedo" a la empresa de las urnas, pero "no lo consiguieron". Homs ha corregido las afirmaciones iniciales sobre la "viveza" del debate con el juez, explicando que sí se había sentido "libre" declarando ante el magistrai.