Como si el entrenador del Manchester City no hubiera reclamado el domingo una actuación internacional en favor de la democracia, y como si pedir un referéndum fuera hacer un golpe de estado como ya han insinuado muchas veces, hoy El País ha decidido aleccionar a Pep Guardiola poniendo de relieve que "no hay más remedio que recordar al señor Guardiola que España es un estado de derecho y una democracia".

Bajo el título "Guardiola y la convicència", el editorial del diario citado ha arremetido contra el entrenador del City por haber hablado sobre el "carácter autoritario" del Estado. Convencidos de que estas acusaciones son "graves", "groseras, carentes de fundamentos" e, incluso, "infantiles", no tienen en cuenta cómo varios miembros del gobierno español han ido atribuyendo al president de la Generalitat, Carles Puigdemont, intentos de golpe de estado para hablar —y ahora convocar— del referéndum.

El País, que define Guardiola como "una figura de referencia para millones de españoles", le critica por haberse puesto en el bando de los independentistas que cargan contra el Estado y la carencia de democracia porque, asegura, a las instituciones españolas, los tribunales de justicia y el hecho de que la ciudadanía ejerza a diario su libertad constatan que España es —otra vez— un estado de derecho.

Pueblo oprimido

Y eso no es todo. Teniendo claro que Europa no se creerá, en ningún caso, que Catalunya sea un pueblo oprimido, e insinuando que precisamente por eso la comunidad internacional no les ayudará, el diario recuerda a Guardiola —y a todos los independentistas— que si algo les preocupa de verdad es la posibilidad de que haya una declaración unilateral de independencia sin garantías democráticas.

Eso sí que —siempre según el medio citado— "violaría los derechos de millones de catalanes y supondría la abolición de las instituciones democráticas catalanas" como el Parlamento y el Estatuto. Eso sí que sería, para ellos, un auténtico golpe de estado porque surgiría "nacido de la fuerza, sin mayoría y sin reglas democráticas". "Eso sí que crearía un Estado autoritario que, además, nadie fuera de nuestras fronteras podría reconocer".

Lo más interesante de todo es que el escrito acaba felicitando a los de Mariano Rajoy y los españoles por no "inmutarse" por las acusaciones que cada día "vierten los independentistas" hacia la ciudadanía española que, aseguran, "les acusan de robar y mentir".

Insultos con elegancia

Alfonso Ussía también se queda ancho en La Razón. Titulando su columna como "Mugre y elegancia", asegura que el domingo "apenas 30.000 personas reunieron su suciedad en un acto cuyo discurso estaba rebozado de insultos en España".

Horas más tarde, millones de personas seguían como Rafa Nadal se llevó el décimo título en Roland Garros, una comparación sin sentido que, además, subraya, que eso sí fue "elegancia" y no el acto por el referéndum. Hablan de Nadal, a quien definen como "gran español".