El Govern ha hecho llegar a la vicepresidenta española, Carmen Calvo, un listado de nombres, ninguno de ellos español pero todos con dominio del castellano, según ha podido saber El Nacional. Son las propuestas de la Generalitat para asumir el papel de "figura neutral" en el diálogo político sobre Catalunya y se trata de personas sin ningún compromiso ni vínculo con España

Ante la propuesta catalana, el gobierno Sánchez pide que no sea una figura internacional sino de España. Los negociadores del Govern han aceptado hablar de ello pero exigen que sea "independiente y neutral". En este sentido, advierten de la dificultad de conseguir un nombre que cumpla estos requerimientos en medio de la polarización con que el debate catalán se vive en el Estado..

La cuestión, sin embargo, no se centra sólo en la figura del mediador, que ha provocado una intensa polémica a lo largo del día en Madrid, sino también en el ámbito en que se tendrían que desplegar las conversaciones. Desde Catalunya se reclama una mesa de partidos estatales, mientras la vicepresidenta española insiste en señalar el espacio de diálogo de Govern con JxCat, ERC, PSC y comuns, que ya está en marcha en Catalunya y que precisamente este martes ha celebrado una nueva reunión.

Artadi ha replicado públicamente esta mañana que si se tratara de hablar en este ámbito de partidos catalanes e impulsado desde el Parlament, el gobierno español no tendría nada que decir. Asegura que lo que están negociando es una mesa de diálogo integrada por PSOE, Podemos, ERC y JxCat. Tendrían que formar parte dos representantes de cada uno de estos grupos.

Calvo reclama desde el primer día la presencia del PSC y el Govern responde que no tienen ningún inconveniente en que sea uno de los representantes del PSOE en la negociación, pero advierte de que las personas que se sienten en la mesa tendrán que tener capacidad para decidir.

Paralelamente tendrá que actuar también la comisión mixta, regulada por ley y presidida por el conseller de Exteriors, Alfred Bosch, pero este sí es un ámbito ya regulado y en funcionamiento para el cual no se espera ningún mediador.

Nueva reunión por videoconferencia

Todos estos elementos figuran en los documentos que la Generalitat ha hecho llegar a Madrid a modo de conclusión de las reuniones que hasta ahora han mantenido las dos partes. Esta misma tarde, Artadi y el vicepresident, Pere Aragonès, han mantenido una videoconferencia con la vicepresidenta española. La conversación ha durado una hora y media. "Se ha avanzado y las dos partes se han emplazado a continuar hablando en los próximos días", se ha asegurado desde el Govern.

La conversación se ha celebrado rodeada por la tormenta que ha desencadenado en Madrid la posibilidad de que el Estado acepte la figura de un relator, es decir, alguien responsable de "convocar y organizar" los encuentros, en palabras de Calvo. La vicepresidenta ha tenido que comparecer a media mañana en la Moncloa para intentar apaciguar los ánimos. Eso no ha impedido que PP, Ciudadanos y Vox hayan salido a cargar con dureza contra la propuesta y hayan anunciado una manifestación para el domingo contra "la alta traición de Sánchez". Los populares hablan ya de una moción de censura.

La peor reacción para el gobierno español no ha sido, sin embargo, la de la oposición, sino la que ha surgido de las propias filas del PSOE. "Aprobar un presupuesto no justifica cesiones que pongan en cuestión la Constitución, la unidad de España, el estado de derecho, ni la decencia. Estoy seguro de que Sánchez no cederá a chantajes de los independentistas, cáncer de la democracia con el cual hay que acabar", ha advertido al presidente de Aragón, Javier Lambán, a través de Twitter. Ha resultado el más llamativo, pero no el único. Las alarmas se han disparado entre los barones del PSOE.

Y el reloj sigue avanzando. Este viernes a las 12 del mediodía acaba el plazo para presentar enmiendas a la totalidad de los presupuestos. La votación no será, sin embargo, hasta la semana próxima, con lo cual todavía habrá posibilidad de retirar la enmienda.