El teniente general Fernando Aznar Ladrón de Guevara es, desde este martes, el máximo representante del ejército español en Catalunya, una vez ha tomado posesión del cargo de inspector general del ejército en sustitución de Ricardo Álvarez-Espejo, que pasó a la reserva el pasado 1 de marzo.
El nuevo militar al mando, con experiencia operativa, ha tomado posesión del cargo haciendo mención de las "extraordinarias relaciones institucionales en todos los ámbitos de las Comunidades Autónomas", en referencia a Catalunya, Aragón, Navarra y la Rioja, territorios sobre los que tiene capacidad de mando, pero haciendo mención específica de la relación con "esta entrañable y noble tierra catalana", evitando, eso sí, hacer ninguna valoración política.
Con todo, la relación institucional "extraordinaria" no se ha visto reflejada en la asistencia de las instituciones catalanas al acto, que no han contado con ningún representante de primer nivel ni de la Generalitat de Catalunya ni del Ayuntamiento de Barcelona. Sólo ha asistido la directora general de Relaciones Institucionales y con el Parlament, Carmen García, el director general de la Policía de la Generalitat, Albert Batlle, y el comisionado de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Amadeu Recasens, además de otros representantes de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana.
Esta representación ha contrastado con la presencia del delegado del gobierno español en Catalunya, Enric Millo, que ha estado acompañado de representantes de primer orden del PP y Cs, con la presencia del presidente de los populares catalanes, Xavier García Albiol, y la presidenta del Grupo Municipal de Ciudadanos en Barcelona, Carina Mejías. También estaban presentes el presidente del TSJC, Jesús Maria Barrientos y la fiscal en jefe de Barcelona, Ana María Magaldi.
Vivas a España
El acto, reflejo de la cultura castrense, con banda de música -un tanto desacertada-, parada militar y vivas a España, al Rey y el ejército, ha sido presidido por el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra , Francisco Javier Varela Salas, que en una breve alocución ha señalado la necesidad de llevar a cabo las tareas encomendadas "en un escenario de austeridad".
Por su parte, el nuevo inspector general, se ha mostrado ilusionado de volver a Catalunya, ya que había sido destinado anteriormente a Berga, y en su discurso, a pesar de intentar evitar cualquier interpretación política, aseguró ponerse a disposición de las "autoridades civiles, judiciales, académicas, consulares y eclesiásticas" de Catalunya.