Es 12 de octubre, festivo por el Día de la Hispanidad, pero el Govern de Catalunya no tiene nada que celebrar. Y menos cuando el nuevo ejecutivo empieza a hacer justo los primeros pasos. Es por eso que este miércoles se ha celebrado una reunión de trabajo en Palau, donde no se han adoptado acuerdos pero sí que han exhibido una imagen de nueva etapa, marcada por la unidad de sus miembros. Todos los consellers, según ha explicado la portavoz Patrícia Plaja, "se han conjurado para iniciar esta nueva etapa sin ruido" y cerrar filas en torno a la resolución negociada del conflicto político. También se ha encargado revisar el plan de Gobierno, para seleccionar prioridades, y se ha rechazado la cuestión de confianza que reclama Junts para poder hablar de presupuestos. Conscientes de su minoría parlamentaria, mantienen la puerta abierta a la prórroga presupuestaria.

Era una reunión de trabajo, que no un Consejo Ejecutivo, y por lo tanto no se han adoptado acuerdos. Pero sí que se ha repasado el plan de Gobierno y el plan normativo y el president Pere Aragonès ha encargado a cada conseller que "revise con la máxima celeridad" y seleccione cuáles son los proyectos prioritarios, por su impacto social, los que están más avanzados y los que pueden generar más consenso en el Parlament, teniendo en cuenta la fragilidad del nuevo ejecutivo. También se ha pedido que todos los proyectos tengan la actual crisis energética, para hacerlos más sostenibles, y que "la transformación feminista impregne toda la acción del Govern". El "grueso" del plan de gobierno no se va a alterar, pero sí que va a haber retoques.

En torno a los temas centrales se ha exhibido unanimidad. "Todos los consellers se han conjurado en iniciar esta nueva etapa sin ruido, en trabajar por la gente en un momento complejo", ha explicado Patrícia Plaja en la rueda de prensa posterior. En este sentido, ha continuado, "se ha ratificado la idea conjunta" que el conflicto con el Estado "se tiene que resolver a través de la negociación para conseguir el fin de la represión y que Catalunya pueda volver a votar en referéndum", a través de un acuerdo de la claridad como el que el president de la Generalitat planteó en el debate de política general. Fuentes de Govern remarcan que es lo que une a los tres fichajes externos: Quim Nadal, Carles Campuzano y Gemma Ubasart. Ahora bien, preguntada sobre la próxima reunión de la mesa de diálogo, la portavoz del Govern ha admitido que no hay "ninguna novedad".

"Somos ciudadanos de segunda"

Una de las cuestiones que ha aparecido es la baja ejecución de las inversiones del Estado en Catalunya, que fue de sólo el 16% durante el primer semestre del año, que contrasta con el 52,4% de la Comunidad de Madrid. Un dato que ha encendido los ánimos de la Generalitat. "Los catalanes sufren un maltrato permanente por parte del Estado español. Los números no son nuevos, pero tendrían que hacer caer la cara de vergüenza a más de un responsable político", ha denunciado Patrícia Plaja. Un Estado, ha remachado, que "abandona de forma sistemática a los catalanes" y que los convierte en "ciudadanos de segunda". Es por eso que, ha concluido Plaja, "este Gobierno trabaja por la independencia, para librarse de este Estado español".

¿Presupuestos?

Los presupuestos serán la primera prueba de fuego del nuevo Govern. Necesitarán obligatoriamente del concurso de Junts per Catalunya, que no se pone bien, o del PSC, que genera reticencias a Aragonès. Esta cuestión ha sido abordada por la nueva consellera de Economía, Natàlia Mas, en la reunión de trabajo de este miércoles. Se ha insistido en que es un tema "prioritario", que hay margen para aprobarlos antes del 1 de enero y se ha "confiado" que la oposición "haga un ejercicio de responsabilidad". Ahora bien, también se ha abierto a la "posibilidad" de una prórroga presupuestaria si no está el ambiente político favorable. Lo que sí que se rechaza es la cuestión de confianza que pide reiteradamente Junts: "El país no puede vivir en la inestabilidad permanente".