Solo hay una cosa que consigue unir a Felipe González y Alfonso Guerra: su animadversión en Catalunya. Los dos exlíderes del PSOE han protagonizado este miércoles un acto de insurrección de la antigua guardia socialista contra la posibilidad de un acuerdo entre Pedro Sánchez y Carles Puigdemont que haga realidad una ley de amnistía. La llama —hoy bastante apagada— de la relación de aquel tándem que se mantuvo durante tantos años en la Moncloa solo vuelve a encenderse cuando los catalanes tienen a su alcance cumplir algunas de sus aspiraciones. La excusa del acto de este miércoles era presentar en el ateneo de Madrid el nuevo libro de Guerra: La rosa y las espinas.

El exvicepresidente español, consciente de la expectación que generaba verlo erigiéndose en la espina de la actual rosa socialista, no ha decepcionado. "¿Ya saben que esto es la presentación de un libro? ¡Parece que aquí haya alguna cosa más!", ha ironizado Guerra con una pregunta dirigida al público cuando ha empezado el acto reconvertido en aquelarre. Después de haber provocado una carcajada pícara a Felipe González, el exvicepresidente español se ha puesto manos a la obra en lo que de verdad importaba. No ha tardado ni dos minutos en disparar toda su munición contra Pedro Sánchez y a decir barbaridades contra la escuela catalana.

Alfonso Guerra ha tachado a Pedro Sánchez de "disidente" por defender, según su opinión, tesis contrarias a aquello que piensan las bases del actual PSOE. Ha opinado que una amnistía es "una humillación deliberada a la generación de la Transición", una "condena a la democracia y a los españoles que votaron la Constitución", y una ley en sí misma "injusta" porque "sitúa a los felones como demócratas".

El exvicepresidente español ha defendido que el nacionalismo es deplorable, y lo ha aliñado todo con mentiras sobre la escuela catalana: "Ahora tienen prisa para poder hablar catalán en el Congreso, mientras en Catalunya los niños no pueden hablar castellano ni en la hora del patio". Dicho esto, Guerra ha pedido un acuerdo entre PSOE y PP para no depender del independentismo.

Y con esta misma idea ha empezado su discurso Felipe González, que ha señalado que "el principio democrático te lleva a respetar a quien gana las elecciones", para pedir que Sánchez deje gobernar en solitario a Alberto Núñez Feijóo. No obstante, el discurso del expresidente del Gobierno ha pivotado en torno a lo que se esperaba: críticas al actual líder socialista, a Puigdemont, a Junqueras y a Yolanda Díaz.

González defiende el 155 y dispara contra Yolanda Díaz

Felipe González ha llegado a comparar el derecho a la autodeterminación con el autoritarismo de la URSS. "Stalin también autodeterminaba a todo el mundo", ha señalado con tono bromista. "No podemos permitir el chantaje, y menos si viene de minorías en extinción", ha manifestado el expresidente español en clara referencia al independentismo y al poder que puede ejercer sobre el PSOE en la actual legislatura.

González ha hecho durante su intervención una defensa de la aplicación del artículo 155 en 2017, y ha lamentado que aprobar una ley de amnistía en la actualidad supondría enmendar la intervención del Gobierno a la Generalitat. "Podría provocar incluso que dijeran que ya no les hace falta un referéndum, porque ya lo celebraron, y ahora lo dirían con más razón", ha defendido quien fue líder de los socialistas.

Page y Lambán cierran filas con el anticatalanismo centralista de González y Guerra

El acto ha contado con la presencia de Emiliano García-Page y Javier Lambán. El presidente de Castilla-La Mancha y el expresidente de Aragón han decidido cerrar filas con la vieja guardia del partido. Hay que contextualizarlo todo: en las últimas semanas el expresidente y el exvicepresidente del Gobierno han hecho gala de su anticatalanismo y centralismo. De manera que cerrar filas con González y Guerra este miércoles implicaba enviar un mensaje claro a Sánchez: la amnistía no gusta nada en amplios sectores del socialismo. También han aparecido en este acto socialistas de la vieja guardia como José Barrionuevo, José Luis Corcuera y Redondo Terreros; habiendo sido este último expulsado hace unos días del PSOE.