El Consejo de Ministros ha aprobado este martes encargar al Consejo de Estado un dictamen que sirva como base para el proceso de blindar el derecho al aborto en la Constitución. Se trata del primer paso de Pedro Sánchez para situar la interrupción voluntaria del embarazo en el centro del terreno de batalla con el PP de Alberto Núñez Feijóo y de Isabel Díaz Ayuso. La redacción que quiere añadir el ejecutivo de PSOE y Sumar al artículo 43 de la Constitución, sin embargo, es ambigua, porque deja en el aire si el aborto es un derecho “fundamental” o no. Ha sido la ministra de Igualdad, Ana Redondo, quien en rueda de prensa ha hecho público la redacción que se quiere añadir a la Carta Magna: “Se garantiza el derecho de las mujeres a la interrupción voluntaria del embarazo; el ejercicio de este derecho, en todo caso, se verá garantizado por los poderes públicos, asegurando su prestación en condiciones de igualdad efectiva, así como la protección de los derechos fundamentales de las mujeres”.

La iniciativa del Gobierno, sin embargo, está encaminada a convertirse en motivo de pugna política entre el PSOE y el PP, pero no a prosperar en las Cortes. Una reforma de la Constitución requiere tres quintas partes del Congreso de los Diputados. Es decir, es imprescindible un acuerdo entre socialistas y populares. Y Alberto Núñez Feijóo se niega a votar a favor. Señala que está a favor del aborto, pero considera que no es un derecho fundamental que deba estar recogido en la Constitución. 

En la misma rueda de prensa para anunciar que el Gobierno ha dado este primer paso, su portavoz, Pilar Alegría, y la ministra de Sanidad, Mónica García, han certificado que el aborto es el nuevo campo de batalla para desgastar al PP: han anunciado que el Consejo de Ministros ha aprobado el envío de un requerimiento a las comunidades autónomas de Madrid, Baleares y Aragón (todas ellas gobernadas por el PP) para que cumplan la ley y publiquen una lista de los médicos que se niegan a practicar la interrupción voluntaria del embarazo por objeción de conciencia.

Durante la comparecencia ante la prensa, los ataques del ejecutivo se han dirigido a la lideresa madrileña, Isabel Díaz Ayuso. De hecho, la presidenta de esta comunidad se ha referido minutos antes a Sánchez como “machito” por su forma de hablar sobre el aborto. Ha intentado utilizar como argumento válido que ella sabe sobre esta cuestión porque ha “perdido a dos bebés”. “Machito es decir que las mujeres vayan a abortar a otro sitio”, ha replicado la ministra de Sanidad, Mónica García.