El gobierno español está estudiando la posibilidad de suprimir el régimen especial de Ceuta y Melilla e incluir a las ciudades autónomas en el espacio Schengen y la unión aduanera de la UE, con lo que el control fronterizo en ambas ciudades estaría en la frontera con Marruecos y se exigiría visado para entrar.

Reformar el régimen especial

Así lo ha asegurado el secretario de Estado para la Unión Europea, Juan González-Barba, en declaraciones tras mantener una reunión con el presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas.

El régimen especial de las ciudades autónomas se dispuso en 1986 cuando España entró a formar parte del espacio Schengen y supone que los residentes de Tetuán (Marruecos) pueden acceder sin visado a Ceuta y los de la provincia de Nador a Melilla, y que los controles aduaneros se realizan en el mismo puerto.

Se trata de una medida que el Gobierno de Ceuta ya había planteado, a principios del pasado año 2020, por la conveniencia de revisar la actual excepción al Tratado de Schengen con el propósito de reducir la presión migratoria y su impacto sobre determinados servicios y ámbitos.

Según el Estado, con este paso se lograría además ‘mejorar la eficacia’ en la contención de la inmigración y lograr que sean las autoridades españolas y no las marroquíes las que decidan quién entra en Ceuta. Con esta decisión, el Ejecutivo reafirma la función del Estado dentro de la UE como “el tapón de Europa”. De hecho, España recibe de la UE decenas de millones de euros cada año para ‘contener’ la inmigración fuera de la Europa continental, un ‘servicio’ por el cual el Estado también se reparte los fondos con Marruecos. 

Los países mediterráneos mantienen sus críticas

Los viceministros de Exteriores o de Asuntos Europeos de España, Grecia, Portugal, Malta, Francia e Italia y el ministro de Exteriores de Chipre (países que forman el Med7) se reunieron hoy a las afueras de Atenas para compartir preocupaciones y buscar soluciones sobre temas como la migración, la pandemia o la transición ecológica.

En la rueda de prensa posterior, el embajador español en Grecia, Enrique Viguera, que acudió en representación del secretario de Estado para la Unión Europea, Juan González-Barba, afirmó que el pacto migratorio no es satisfactorio y mostró su confianza a que en un futuro, cuando Francia asuma la presidencia de la UE, este asunto tome un empuje decisivo.

Los representantes de los demás países también se mostraron preocupados por la falta de soluciones concretas y precisas para gestionar la migración que, resaltaron, no es un problema exclusivo de los países mediterráneos sino de todos los miembros de la UE.

"No hay que cerrar las puertas a la migración, pero sí gestionarla de la mejor manera posible", enfatizó el viceministro de Asuntos Europeos de Italia, Vincenzo Amendola.

Este martes España, Italia, Grecia, Chipre y Malta (Med5) ya enviaron una carta conjunta en la que mostraron su voluntad de alcanzar un acuerdo sobre el pacto migratorio pero pidieron que se reconsideren varios puntos que se refieren al reparto justo de la responsabilidad y solidaridad en el sistema europeo común de asilo, una reclamación que presentaron sus ministerios de Interior y Migración hace tres meses.

Visita oficial

González-Barba ha visitado Ceuta acompañado por el secretario de Estado de Política Territorial y Función Pública, Víctor Francos, para interesarse por las consecuencias de lo ocurrido los pasados días 17 y 18 de mayo, cuando miles de personas entraron irregularmente en las ciudades autónomas en la llamada ‘crisis migratoria’. 

Por medio de un comunicado, el Ministerio de Exteriores ha subrayado que el objetivo de la visita ha sido reiterar el compromiso del Gobierno con la ciudad autónoma y “explorar las opciones que brinda el marco europeo para impulsar el desarrollo local pospandemia”.

 

Foto principal: la frontera en el espigón del Tarajal, Ceuta / Europa Press