El inspector de la policía, José Ángel Fuentes Gago, ha admitido durante la comisión sobre la operación Catalunya que sus superiores le enviaron a Suiza para "verificar" pruebas sobre la existencia de una cuenta del exalcalde de Barcelona, Xavier Trias, después de que él lo desmintiera. Ha negado conocer ninguna trama para incriminar a partidos políticos independentistas, aunque ha reconocido que él mismo sugirió al exjefe de Antifraude, Daniel de Alfonso, la idea de verse con el ministro de Interior, Jorge Fernández, y acompañó a De Alfonso hasta la sede del ministerio.

Gago ha reconocido las informaciones de Público sobre que volvió de Ginebra con un avión policial, pero ha denunciado que era "absolutamente falso" que llevara un maletín con dinero. "Yo nunca he pagado por una información", ha dicho el jefe de gabinete del director adjunto operativo, Eugenio Pino. No ha querido profundizar en detalles por secreto profesional, pero ha dicho que eran cuatro personas y él acompañaba "al autor de la información y la fuente", sin citar los nombres. Al diputado del PSOE, Juan Carlos Campos, le pareció "demasiada" gente para verificar la captura de pantalla de la cuenta presunta de Trias.

La sospecha sobre la veracidad de esta prueba surgió porque tenía una falta tipográfica, "error poco habitual en un banco suizo", dijo Gago. El viaje se habría producido, sin embargo, después de que Trias demostrara mediante un documento que la cuenta era falsa, y después de que la fiscalía archiva la querella. "Fuimos a verificar la discrepancia", ha cerrado.

Otro destino habitual era Barcelona, dentro de sus tareas en la lucha contra el terrorismo y demás competencias como inspector policial. El diputado Sergi Miquel (PDeCAT) le ha pedido por 19 traslados a la capital catalana y Gago se ha limitado a decir que estaba autorizado por sus superiores jerárquicos: el jefe de la unidad de asuntos internos y el director adjunto operativo. El momento de tensión se ha hecho notar cuando el inspector se ha negado a decir los nombres de las personas que ocupaban tales puestos. "Eso lo pueden investigar ustedes", ha cerrado en dos ocasiones.

Ahora bien, los nombres ocultados eran Pino y Marcelino Martin Blas, cosa que ha sorprendido al diputado del PNV, Mikel Legarda, quien ha dicho que considerar al segundo como un superior no era exactamente riguroso en términos de la jerarquía policial.

Gago ha negado la Operación Catalunya en todo momento. Ha dicho que no tenía información al respecto y se ha excusado con que era un "funcionario público" para no responder al diputado Gabriel Rufián (ERC). Este le preguntaba sobre si poner urnas era una "amenaza" para la seguridad del Estado. Rufián ha intentado vincular temporalmente los viajes con la consulta del 9-N, aunque el inspector no ha confirmado relación con las acciones del soberanismo. El republicano ha enojado al compareciente cuando ha ironizado que no era un James Bond, sino un Torrente.

En el episodio reuniones, ha afirmado que él no llevaba la agenda al ministro, pero que sugirió la cita en Interior entre Jorge Fernández y De Alfonso. Aquí ha denunciado que las escuchas podrían estar "adulteradas", no reconociendo su validez, y negando que las escuchara. Ante la estupefacción de Legarda se ha contradicho y ha reconocido que algún fragmento sí oyó. Lo que ha descartado son encuentros con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, Mariano Rajoy o su jefe de gabinete, Jorge Moragas.

Sí que se vio con el excomisario Villarejo. Aquí ha apuntado que la 'Guerra de comisarios' la desencadenó Martín Blas enviando al Juzgado un informe "sabiendo que era falso" y que relacionaba a Villarejo con la investigación del caso del 'pequeño Nicolás'. Esta pugna habría servido, entre otras cuestiones, para que salieran a la luz las escuchas a Interior. "Había gente que no se llevaba bien y no podía estar en la misma unidad", dijo, negando que él mismo formara parte de una Brigada Política.

Al término, el diputado del PP, Carlos Rojas, se ha indignado y ha denunciado que se estuviera usando la comisión para obtener "réditos electorales" y políticos.