Últimamente se ha hablado de celebrar una mesa oficial entre el líder d'En Comú Podem, Xavier Domènech, y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, para tratar la cuestión territorial. ¿Se producirá? Parece que era el camino de Iglesias para desencallar la investidura, puesto que no había acuerdo con ustedes al respecto.
Si la mesa es sólo para que nosotros tengamos que aceptar el referéndum, no se producirá. La mesa tendría que consistir en analizar la situación y su profundidad para ofrecer soluciones. En lo que sí quiero insistir es en que las vías de encaje entre Catalunya y España son cuestiones completamente diferenciadas de la formación de gobierno con España.

Bien, según el cabeza de lista de DemocràciaLlibertat (DiL), Francesc Homs, la agenda catalana es la que no permite formar gobierno. ERC y DiL votaron no a la investidura de Sánchez, porque quieren el referéndum, y ustedes no quieren pactar con Podemos porque también lo defiende. O hasta que no lo abandone.
La cuestión territorial es uno de los problemas políticos mayores que tenemos en España y no creo que tengamos que frivolizar con él para la conformación de un gobierno que tiene un alcance de una legislatura. Estamos hablando a cuatro años vista y la cuestión catalana necesita más tiempo.

Las vías de encaje territorial son cuestiones completamente diferentes a la formación de gobierno en España

¿Ha influido el derecho a decidir en la caída electoral del PSC?
El PSC ha hecho un gran papel en los últimos años: Ha defendido la catalanidad, el modelo lingüístico, entre otras cuestiones que han sido un éxito. Ha habido más elementos que le pueden haber hecho disminuir en apoyos. También hay una crisis de la socialdemocracia, porque la gente echa la culpa de las amenazas globales a ese modelo, al vecino o a la Unión Europea. Es verdad que en una situación de confrontación de polos opuestos, y que están generando mucha fuerza centrípeta, como el debate catalán, hace que la centralidad de un partido como el PSC se vea debilitada. Pero sigo pensando que es una fuerza primordial en Catalunya.

¿Asumiendo que pudiera tener una parte de responsabilidad en la bajada, no sería una burbuja de oxígeno para el PSC, dejarle cierto margen de negociación en la cuestión territorial?
A Pedro Sánchez le parece una buena idea la mesa de negociación. Estas conversaciones se pueden producir. Pero repito que no sería para aceptar el referéndum. El problema de Catalunya y España no se resolverá en una mesa, ni tampoco desde Catalunya. Dada la profundidad del problema requiere mucho más tiempo. Merece un tratamiento mucho más profundo, no es algo que tenga que hacerse en una legislatura, en estos diálogo que nosotros valoramos positivamente.

Ahora mismo parece no hay una mayoría absoluta de independentistas. ¿Por qué no se plantean ofrecer el referéndum? Si sale No, el Estado tendría argumentos para zanjar la reivindicación.
La voluntad del PSOE es resolver el problema. Hacer un referéndum no resuelve absolutamente nada, eso da información estadística, a modo de una encuesta, y eso me parece un poco frívolo. Resolver el problema pasa por analizar las causas, ver cómo podemos contrarrestarlas, y reconducir la cuestión. Para nosotros es importante que los ciudadanos voten después de observar las reformas que se pueden hacer en la Constitución. Primero tenemos que hacer los deberes.