Frente común para reclamar la anulación de la sentencia de muerte de Francesc Ferrer i Guàrdia, pedagogo y librepensador fusilado en 1909 por supuestamente liderar la Semana Trágica y después de un consejo de guerra sin garantías. La Fundació Ferrer i Guàrdia, con el apoyo del Ayuntamiento de Alella (Maresme) y varias entidades educativas y sociales, ha impulsado una campaña transversal para exigir verdad, justicia y reparación. El manifiesto Ferrer i Guàrdia: una condena injusta que la democracia tiene que reparar ya cuenta con más de 180 adhesiones, entre las cuales hay 30 entidades y más de 150 personas del mundo social, educativo, cultural y político. De manera similar, este miércoles se ha presentado el sitio web de la campaña, que recoge la información sobre la iniciativa y facilita la recogida de nuevos apoyos.
La iniciativa tiene como objetivo central la reclamación formal de la anulación de la sentencia de muerte dictada contra Ferrer i Guàrdia, una acción de memoria histórica y democrática. Así lo ha subrayado Hungria Panadero, directora de la fundación: "Es, sobre todo, una reivindicación de justicia y reparación histórica. El proceso que ahora empezamos es abierto, plural y sostenido en el tiempo, y queremos que llegue a toda la sociedad".
El proyecto cuenta con el impulso de la Federació de Moviments de Renovació Pedagògica; la Societat d'Història de l'Educació dels Països de Llengua Catalana; Pere Solà, historiador de la educación; y Marina Subirats, socióloga y pedagoga. El manifiesto es un llamamiento abierto a entidades, instituciones y ciudadanía para sumarse a la demanda de justicia. La acción se enmarca en el acuerdo unánime aprobado por el pleno del Ayuntamiento de Alella en mayo de 2025, que reconoce Ferrer i Guàrdia como una figura clave en la defensa de la educación libre y la laicidad, e insta a promover su reparación histórica.
Ferrer i Guàrdia fue ejecutado en el castillo de Montjuïc el año 1909, acusado falsamente de liderar la Semana Trágica. Más de un siglo después, su condena no ha sido anulada, y su legado pedagógico "continúa ausente del reconocimiento institucional". Con esta campaña, se reivindica no solo su figura, sino su pensamiento crítico comprometido con la emancipación social y la laicidad.