Uno de los principales imputados del caso Kitchen, Francisco Martínez, número dos del ministerio del Interior español entre enero de 2013 y noviembre de 2016 y mano derecha del entonces ministro, el controvertido Jorge Fernández Díaz, intentó eludir a la justicia y librarse de la imputación en la causa abierta por el supuesto operativo policial destinado a sustraer información al extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, que pudiera perjudicar a los líderes de aquel partido.

Según avanza este lunes El País, la maniobra evasiva de Martínez consistiría en entrar en listas electorales del PP con el objetivo de convertirse en aforado, algo que evitaría su enjuiciamiento por la vía habitual y le otorgaría un cierto blindaje.

Rajoy y García Egea

A partir del informe de Asuntos Internos del Cuerpo Nacional de Policía sobre el teléfono del ex número dos de Interior incautado en marzo pasado, el citado diario desgrana los mensajes con los que Martínez intentó zafarse del caso Kitchen. En concreto, contactó con cargos del PP y con miembros de la policía española. A los primeros, entre los que se incluyen mensajes a Mariano Rajoy y a Teodoro García Egea, les expresó su preocupación por la investigación sobre el espionaje a Bárcenas, que el propio Martínez consideraba legal y en conocimiento del ministro Fernández Díaz y a los segundos les informó de sus intenciones.

En concreto, Martínez habría hablado con el policía Pedro Agudo, el cual alardeaba de ser “muy amigo” del juez Manuel García-Castellón, encargado del caso Kitchen. Dada esa amistad, el número dos de Interior le pidió que mediara ante “Manolo”, es decir, el juez García- Castellón, en su favor. Agudo le habría dicho entonces que el juez no imputaría a ningún aforado, lo que llevó a Martínez a confesar que intentaba “”ir en las listas por el asunto judicial”. “Habla con Manolo para que cierre esa mierda”, añadió Martínez en su conversación con Agudo.

En conversación con una excolaboradora del Ministerio del Interior, Martínez admitió que no tenía ningún interés en los papeles de Bárcenas, para añadir que los verdaderos interesados eran el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, y el ministro Fernández Díaz. Por todo ello pidió a través de mensajes a Rajoy y a García Egea un puesto en las listas electorales. Dado que Martínez no tenía ninguna vocación política, tanto le daba si el puesto en las listas electorales era para el Congreso de los Diputados, el Senado o la Asamblea de Madrid con tal de conseguir la condición de aforado.