Después de quince días, la exdiputada de la CUP Gabriela Serra, Llum Mascaray y Martí Olivella finalizan su huelga de hambre por la paz en Palestina. Así lo ha anunciado Serra a Catalunya Ràdio. La exdiputada de la CUP ha explicado que se encuentran bien y ha remarcado que la lucha por la paz en Palestina continúa, aunque su huelga haya acabado. Los tres activistas empezaron la huelga el pasado 1 de febrero y mientras ha durado han recibido la visita de representantes políticos.

"Estamos bien, con los achaques lógicos de una huelga de hambre de quince días: cansancio, lentitud...", ha explicado Serra, a quien ha añadido: "Acabamos pensando que hemos podido dejar una antorcha para continuar con esta lucha, la cual no acaba con nosotros". Preguntada por si el Gobierno y el Ejecutivo catalán se han puesto con contacto con los tres activistas en este tiempo, Serra ha señalado que desde la Moncloa no, pero la consellera Meritxell Serret. "Hemos tenido la visita de diferentes grupos políticos del Parlament de Catalunya al que hemos podido llegar a unos compromisos", ha apuntado a la exdiputada de la CUP. En el tiempo que ha durado la huelga de hambre, los activistas también han animado a enviar cartas al ministro de Exteriores, José Manuel Albares reclamando "poner fin al comercio de armas con Israel" y mujer "apoyo decidido y firme" a la denuncia de Sudáfrica contra el Estado de Israel.

El manifiesto de los tres activistas

"Dejar de comer es un acto de empatía con las personas que están sometidas a sufrir hambre de paz cada día", recoge el manifiesto que leyeron en el acto en Barcelona para presentar el inicio de la huelga de hambre. En el texto, aseguran que están cansados de "tantas décadas de colonización, de ocupación, de apartheid, de asesinatos y bombardeos asimétricos del Estado de Israel contra la población palestina".

También hablan de desesperación por "tanta infamia, tanta mentira, tanta doble medida, tanto silencio" y exponen que se declaran en huelga de hambre animada por el centenar de manifestaciones que el 20 de enero por todas partes reclamaron por todo el estado español "parar el genocidio en Palestina" y poner fin al comercio de armas y a las relaciones con Israel. Los activistas remarcan que el embargo a la compra y venta de armas es "una obligación moral, pero también legal", ya que el marco jurídico español prohíbe la venta de armas a países en conflicto o que vulneran gravemente los Derechos Humanos.