La disposición del rey Felipe VI a buscar ahora el diálogo con los partidos independentistas, que se ha conocido a través de su conversación con el presidente del Parlament balear, Baltasar Picornell, ha irritado a las fuerzas independentistas, que han reprochado al monarca las palabras que pronunció el 3-O y le han exigido una rectificación.

Felipe VI habría planteado esta propuesta durante la audiencia con el presidente del Parlament balear en el Palau de l'Almudaina, según ha explicado Picornell al acabar la reunión. "Es el momento de tender puentes y él también está dispuesto a tender puentes", ha transmitido el político balear, que ha puntualizado que hay partidos "más reticentes" y otros "más dispuestos al diálogo".

La propuesta del Rey llega después de que la durísima reacción contra el independentismo que protagonizó el 3-O le ha cerrado todas las puertas institucionales en Catalunya. El president, Quim Torra, anunció que no acudiría a ningún acto convocado por la Casa Real ni le invitaría a ninguna convocatoria de la Generalitat. Antes que el Govern habían sido toda una retahíla de consistorios los que le han declarado persona non grata, entre los cuales el de Girona, que ha dejado claro que no volverá a ceder el Auditorio de la Feria para los premios Princesa de Girona. La última edición de estos Premios se entregó en un local privado y con la delegada del Gobierno, Teresa Cunillera, como única autoridad.

A esta situación se añade la caída en picado de la popularidad de la monarquía, asediada por las grabaciones del caso Corinna, el encarcelamiento de Iñaki Urdangarin y una vida familiar convertida en carnaza de la prensa rosa.

Con todo ello, las palabras de Felipe VI no han hecho más que irritar al independentismo. Todas las reacciones que se han registrado desde las filas soberanistas han sido para echarle en cara la intervención del 3 de octubre, en que se limitó a defender "el orden constitucional" sin hacer ninguna referencia a la violencia policial contra los ciudadanos, y donde no apareció nada que se pareciera a un llamamiento al diálogo.

El presidente del PDeCAT, David Bonvehí, ha insistido en que su partido está siempre dispuesto al diálogo pero ha exigido que previamente Felipe VI se retracte de sus afirmaciones del 1-O que ha tildado inapropiadas.

ERC se ha preguntado, a través de su concejal en Barcelona Alfred Bosch, si Picornell se refiere al mismo monarca que el 3-O defendió responder con "toda la fuerza del Estado" contra Catalunya y el deseo de los catalanes de votar. "Si es este el mismo monarca nos da muy poco margen de crédito", ha advertido.

También el responsable de Òmnium, Marcel Mauri, ha exigido, a través de Twitter, una rectificación y disculpas por el discurso del 3-O, "impropio del rol institucional del cargo que ostenta".

Las reacciones en este mismo sentido, y más contundentes, se han ido repitiendo en las redes.