Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular, se presentó como un líder que extendería puentes con el Gobierno y que dejaría atrás lo extrema beligerancia de su predecesor, Pablo Casado. Pasan los meses y Feijóo no solo mantiene a mínimos la relación con el Ejecutivo español, sino que va poniendo bastones en las ruedas en este. Siguiendo los pasos de Casado, el nuevo presidente de los populares se ha negado a negociar la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el cual tiene el mandato caducado desde hace tres años y medios. Esta negativa ahora se devuelve especialmente crítica, ya que provoca un efecto domino que amenaza con bloquear el Tribunal Constitucional (TC).

El pasado domingo, el mandato de cuatro magistrados del TC ha caducado. El CGPJ tiene que nombrar en dos de los nuevos magistrados del tribunal el Gobierno en los otros dos. Entonces, el problema radica en el interinato del Consejo, que impide que nombre a los nuevos jueces para el TC, hecho que deja al Ejecutivo como lo único que puede renovar algunos de los miembros del tribunal, pero según Efe, todo apunta que no lo hará ante el previsible bloqueo de la mayoría conservadora del tribunal.

Si la tensión de fuerzas entre el TC, el Gobierno y CGPJ no fuera suficiente, el nuevo PP de Feijóo ve en este enredo institucional una ventana de oportunidad. El dirigente gallego ha insistido a menudo en que su visión del PP era la de convertirlo en "un partido de Estado", pero ahora se niega a agilizar una renovación incluida en la ley.

Los intereses del PP

Según publica elDiario.es, Feijóo esperaría, como mínimo, hasta después de las elecciones andaluzas del próximo 19 de junios para afrontar la renovación del CGPJ, aunque eso implique el bloqueo del TC. La platada del PP puede alargar el proceso hasta el otoño de este año. Todo desembocaría en un bloqueo institucional. Sin embargo, ¿por qué este interés en bloquear la renovación de estos órganos cueste lo que cueste? Pues perpetuar la mayoría conservadora que hay actualmente en el CGPJ. Además, el bloqueo puede abrir la puerta a facilitar que el PP extienda la mayoría conservador en el ámbito judicial que ya estableció Mariano Rajoy, cuando estaba en La Moncloa.

Si el CGPJ con el mandato caducado no puede hacer nombramientos, tampoco puede renovar a dos magistrados del Tribunal Constitucional, y eso deriva que la mayoría conservadora heredada de los gobiernos del PP se perpetúa mucho más allá de lo que le corresponde, observación elDiario.es. Así pues, lo que tenía que volver a ser un líder popular al servicio de "el Estado", sigue los pasos de su predecesor con relativamente más silencio que este.