El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se ha plantado en el Congreso de los Diputados con una propuesta bajo el brazo y ha ofrecido a Pedro Sánchez un pacto para una legislatura de dos años y, pasado este tiempo, se compromete a convocar elecciones a menos que se acuerde alargarla. Es la fórmula que el PP ha encontrado para evitar que la gobernabilidad dependa de independentistas catalanes, para quien rechazan la amnistía y el referéndum y activar "reformas pendientes" que se basan en "seis pactos de Estado" durante 24 meses. Es lo que Feijóo ha puesto sobre la mesa en la reunión que los dos líderes han mantenido este miércoles por la mañana. La percepción que se lleva Feijóo, tal y como ha reconocido después, es que Sánchez "prefiere pactar amnistías, referéndums y grupos parlamentarios". "Me he encontrado con el 'no es no'". El ofrecimiento de Feijóo ya está en via muerta, a la espera de constatar que no tiene apoyos.

La idea frustrada con que se ha presentado es ofrecer un acuerdo para defender "la igualdad entre los españoles". "Ofrezco un pacto nacional para frenar una deriva que perjudica a los ciudadanos", ha afirmado Feijóo después de la reunión con Pedro Sánchez en la cámara baja. El PP quiere que el PSOE se abstenga en la investidura de Feijóo "en beneficio de la centralidad" y con el objetivo de que gobierne "la lista más votada", "como ha sido costumbre durante los últimos 45 años", según fuentes del Partido Popular. De esta manera, continúan las fuentes, "la influencia que pretenden tener los partidos independentistas quedaría desactivada" y "España podría garantizar la igualdad de trato de los españoles".

Cerrar el paso a los independentistas

Para Feijóo, solo hay dos alternativas: un gobierno en solitario del PP con la abstención del PSOE o un ejecutivo de los socialistas que dependa de independentistas. En la segunda opción, el político gallego ve un mar de problemas porque ve al independentismo "envalentonado", pidiendo "una amnistía general para condenados por atentar contra la integridad del Estado", "la rutura de la nación" y hasta "referéndums de independencia". Tenemos una obligación histórica, que es proteger el Estado de estas exigencias que son inconstitucionales, discriminatorias y que ni el PP ni el PSOE llevábamos en el programa electoral," ha asegurado.

El PP ha puesto sobre papel la declaración de intenciones, un gobierno en soltari formado por 15 ministerios y los seis pactos con los cuales intentan convencer a Pedro Sánchez y al resto de partidos. En Génova no digieren que la gobernabilidad dependa de independentistas y, según el documento, "no podemos permitir que se convierta en un bien a subasta" y "esté sujeto al chantaje permanente de aquellos que buscan privilegios particulares a costa y en perjuicio de la gran mayoría de los españoles". En este sentido, continúa el documento, "las condiciones expresadas por el independentismo son completamente inasumibles" porque, a su entender, "se estaría estableciendo diferencias entre españoles que ningún gobierno de la Nación puede admitir".

En el marco del documento se establecen seis pactos de Estado, "las grandes cuestiones que están atenazando a la sociedad española". El primer acuerdo es para la "regeneración democrática", el segundo es para "el Estado del Bienestar", el tercero es para el "saneamiento económico", el cuarto es "para las familias", el quinto es para el agua y el último es un "pacto territorial" para convertir el Senado "en una auténtica cámara de representación".