Siempre el independentismo. El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha vuelto a jugar su carta preferida para cargar contra el Gobierno en medio de la crisis institucional que ha despertado la decisión del Tribunal Constitucional de este lunes. Y es que el órgano judicial ha decidido admitir las medidas cautelarísimas exigidas por el PP para parar la renovación del poder judicial incluida a la reforma del Código Penal. La decisión del TC ha significado detener el debate parlamentario que había mandado sobre una de las medidas estrellas del ejecutivo de Pedro Sánchez, y ha generado una oleada de reacciones por parte de miembros del PSOE y Unidas Podemos, que han cargado con contundencia contra los magistrados y los populares. En medio de la polémica, Feijóo ha comparecido para explicar su posicionamiento, y la mayor parte de su intervención ha hecho referencia a los acuerdos entre el presidente del Gobierno y ERC.

"Le pido a Sánchez que detenga las cesiones al independentismo", ha reclamado, en referencia a la reforma del Código Penal, que incluye la derogación de la sedición y la modificación de la malversación pactada entre el PSOE y los republicanos. El hecho que el escollo principal, y por el cual el TC ha dado el pistoletazo de salida a la crisis institucional, sea precisamente la reforma que tiene que desbloquear la renovación del mismo órgano judicial no ha parecido importar a Feijóo. El líder popular también ha sentenciado que España no se merece ser gobernada teniendo en cuenta "los intereses de aquellos que quieren destruirla", e incluso ha criticado de manera particular la decisión de Sánchez de negociar con el independentismo para intentar calmar el procés. "El presidente dice que no hay ningún otro camino ni salida. Según este razonamiento, tampoco habría ningún otro camino que pactar con los que dieron un golpe de estado el 23-F", ha señalado.

"El TC garantiza el debate parlamentario"

Más allá de su manía por el independentismo, Feijóo también se ha referido concretamente a la decisión del órgano judicial de detener el debate parlamentario de la reforma del Código Penal. Si bien esta es la versión que compra la izquierda y los partidos del gobierno, el Partido Popular lo ve completamente al contrario. ¿El TC ha impedido que las Cortes voten? No. ¿El TC ha hurtado el debate parlamentario? No. Ha venido a garantizarlo", ha sentenciado. Para justificarse, el conservador ha asegurado que la decisión del Constitucional tan solo significa que la votación se tiene que hacer "conforme" la Carta Magna y, por lo tanto, tan solo se trata de una "cuestión formal" que no afecta al fondo del asunto.

El popular también ha aprovechado para criticar a Sánchez, acusándolo de haber decidido reformar el Código Penal con la única intención de satisfacer los deseos del independentismo y conseguir así el apoyo de ERC durante esta legislatura. También ha fustigado los miembros del Gobierno por su "escalada verbal sin precedentes" contra la decisión del Constitucional, y ha mostrado su exasperación por el hecho que el mandatario "haya convertido en noticiable" que acatará la sentencia judicial. "¿En alguna cabeza de la política en España ha pasado la posibilidad de no hacerlo?", se ha preguntado. "Por mucho Sánchez que uno sea no puede pasar por encima de las leyes, la Constitución y la democracia", ha avisado, añadiendo que esta actitud solo se había visto en el populismo "más extremo", en referencia al independentismo. El dardo se ha hecho evidente cuando ha acusado Sánchez no solo ceder ante|delante de los independentistas, sino también "copiar su estilo de hacer política".

 

Ahora bien, a pesar de su ofensiva verbal contra el presidente español, Feijóo ha tenido tiempo para hacerle un ofrecimiento y encontrar una "salida" consensuada por el bipartidismo a la crisis institucional en que se encuentra inmersa España: "Que Sánchez renuncie a modificar el Código Penal a toda prisa y sin los informes correspondientes. Que tipifique como delito el referéndum ilegal, que mantenga la sedición y la malversación y que renuncie a controlar a los jueces". Una larga lista de reclamos que Feijóo ha situado como indispensables si el presidente español quiere dejar atrás su alianza con ERC y aceptar la mano tendida "centrada y con sentido de estado" del PP. "Mientras sea el presidente me tendrá como aliado", ha dicho el líder conservador. "No estoy dispuesto en que los líos en que nos pone Sánchez sean eternamente los líos de los españoles".