El procesamiento del fiscal general del Estado ha marcado este miércoles el último cara a cara en el Congreso de los Diputados hasta después de las vacaciones de verano entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Ninguno de los dos ha salido del guion: el jefe de la oposición ha optado por la arenga catastrofista y el presidente del Gobierno ha encendido el ventilador, ha hecho uso del discurso del y tú más y ha mantenido su apoyo a Álvaro García Ortiz. El líder del PP ha acusado al jefe del ejecutivo de "alterar la convivencia" y de ser un "peligro para la democracia", mientras que el líder socialista ha asegurado que su adversario utiliza la "acción del espejo psicológico". Ha salido en defensa del jefe de la Fiscalía por perseguir a los "delincuentes" —en referencia a la pareja de Isabel Díaz Ayuso, perseguido por un delito de fraude fiscal— y ha vuelto a encender el ventilador: ha censurado al líder del PP por tener fotos en un barco con un narcotraficante y por haber cogido el timón del partido "para tapar la corrupción" de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Feijóo ha empezado su discurso lamentando que "no puede perseguir delitos aquel que presuntamente los ha cometido" y ha exigido al presidente del Gobierno el cese de Álvaro García Ortiz si no dimite por iniciativa propia. También ha lamentado que haga más de 40 días que Sánchez no comparece ante los medios de comunicación, en una estrategia de bunkerización comunicativa ante los escándalos como el del fiscal general o el de Leire Díez, la fontanera socialista que maniobró para encontrar trapos sucios de la UCO, la unidad de la Guardia Civil responsable de las investigaciones judiciales al entorno a Sánchez. "Usted manda a sus ministros que mientan por usted", le ha recriminado al jefe de la oposición.
El líder del PP ha continuado su discurso asegurando que Sánchez "altera la convivencia, debilita la separación de poderes, es un peligro para la democracia, destruye una justicia que no puede controlar" y gobierna de manera "trágica". No ha hecho este miércoles ninguna mención al escándalo de Leire Díez, y ha acabado su intervención volviendo a preguntar a Sánchez si sigue apoyando a Santos Cerdán, el actual secretario de Organización del PSOE que aparece en informes de la UCO sobre presunta actividad criminal.
El presidente español no ha vuelto a salir en defensa de Cerdán esta vez, sí que lo ha hecho en el caso de Álvaro García Ortiz: "Este gobierno, entre fiscales y delincuentes, estará con los que persiguen a los delincuentes". El fiscal general está investigado por el Tribunal Supremo por, presuntamente, ser el responsable de la filtración de unos correos electrónicos de Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, investigado por haber defraudado 350.000 euros a Hacienda. En aquellos mensajes, el empresario intentaba llegar a un pacto con la fiscalía admitiendo haber cometido este delito de fraude fiscal. La filtración de los mails se hizo para desmentir un bulo del PP, en la que informaba que había sido el ministerio público quien había ofrecido un pacto, y no al revés.
Después de haberse defendido con buenos datos macroeconómicos del Estado español, el jefe del ejecutivo de PSOE y Sumar ha acusado a Feijóo de utilizar "la acción del espejo, que está estudiado en psicología". En medio de los aspavientos de los diputados del PP, el presidente socialista ha lamentado que Feijóo diga que él es "un capo teniendo el álbum que tiene", en referencia a las fotografías del líder popular en el barco de Marcial Dorado, un narcotraficante. "Usted habla de corrupción cuando se situó al frente del PP para tapar la corrupción de Isabel Díaz Ayuso, habla de democracia sin aceptar el resultado de las elecciones generales del 23-J, y habla de desgobierno cuando ayer aplaudió el 'buen trabajo' de Carlos Marzón", ha añadido Pedro Sánchez antes de acusar al jefe de la oposición de "faltar al respecto a las víctimas de la DANA".