Habrá como mínimo un cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo durante la campaña electoral del 23-J. El líder del PP ha aceptado al menos que haya uno, aunque este lunes el portavoz de campaña de la formación conservadora, Borja Sémper, rechazara el paquete de seis debates que ofreció el presidente del Gobierno. "Por supuesto que debatiremos. No me esconderé. No tengo ningún problema, pero seamos respetuosos con los plazos, las fórmulas y el procedimiento", ha explicado Feijóo en una entrevista en Onda Cero, donde ha recordado a los socialistas que "los debates se negocian", "no se obligan ni se establecen por la parte interesada".

De esta forma, el líder de la oposición ha garantizado al menos un enfrentamiento dialéctico con Pedro Sánchez y ha asegurado que no tiene miedo de debatir. Ha señalado que la "ocurrencia" de celebrar seis debates obedece a la "urgencia" del presidente español. "Eso me recuerda a una película del oeste: lo reto a tal hora el lunes", ha ironizado. Después de insistir, Feijóo se ha comprometido al cara a cara y ha cerrado el interrogatorio: "Espero que Sánchez acepte".

"Los ciudadanos de Barcelona no aceptan el ticket Collboni-Colau"

El escenario de pactos es uno de los elementos nucleares de las elecciones estatales del 23-J y la resaca del 28-M. Preguntado por la alcaldía de Barcelona, Feijóo ha defendido que, después del 28-M, "los ciudadanos de Barcelona no aceptan ticket Collboni-Colau". Por lo tanto, ha sugerido que Daniel Sirera no hará alcalde a ninguno de los dos. "El seny catalán forma parte del PP y, en este contexto, seguro de que el señor Sirera me hará una propuesta", ha asegurado Feijóo, que ha sacado pecho de la subida del PP en Catalunya, donde "hasta hace poco éramos un objeto político no identificado".

Ampliando el foco, Feijóo se ha comprometido a no presentarse a la investidura si no es la fuerza más votada el 23-J. "Hemos propuesto que gobierne la lista más votada, la propuesta del PSOE es que gobiernen los listos menos votados", ha rebatido a la negativa de los socialistas de investir candidatos autonómicos del PP que han ganado las elecciones del 28 de mayo, aunque en minoría. Además, ha recordado que ha dado "autonomía absoluta" a los presidentes territoriales para intentar las investiduras.

Todo, un pretexto para justificar, si hace falta, la negociación con Vox. Un ejemplo es el de Extremadura, donde María Guardiola no tiene más remedio que pactar con la extrema derecha para desbancar a Guillermo Fernández Vara después del 28-M. Según Feijóo, "Vox tendría que facilitar que Guardiola fuera la presidenta, porque, si no lo hace, estaría votando al PSOE y eso va en contra de sus principios y de sus compromisos electorales".

Matiz al "apartheid lingüístico" en Catalunya

En la entrevista, Núñez Feijóo ha matizado sus propias palabras nada más asumió las riendas del PP al asegurar que en la escuela catalana había un "apartheid lingüístico". Se ha excusado afirmando que son "fórmulas que los políticos utilizamos normalmente copiadas de los periodistas". Sea como sea, el gallego ha descrito que en las aulas catalanas "no hay libertad ni equilibrio lingüístico", porque, a su entender, "los políticos obligan a los hijos de los padres y madres a estudiar en una de las dos lenguas oficiales". "Es evidente que hay un idioma dominante y eso no es equilibrado", ha insistido para defender su modelo de "cordialidad lingüística" que él defiende.

La agenda para "derogar el sanchismo"

El presidente del PP ha empezado a desvelar sus prioridades políticas en caso de que pueda gobernar en el conjunto del Estado después del 23-J. En este sentido ha avanzado que no quiere mantener los ministerios de Igualdad y de Consumo, en el marco de la apuesta por adelgazar la administración, eliminar ministerios y reconvertirlos en departamentos o subdirecciones generales. También ha mantenido la intención de derogar alguna de las leyes estrella de Pedro Sánchez como la ley trans o la ley de memoria democrática, aprobada con el apoyo de Bildu, y que haría aflorar la anterior, la aprobada por José Luis Rodríguez Zapatero.

En cualquier caso, su idea es hacer "ajustes" antes de tumbar la legislación vigente y, en este punto, ha hecho referencia a la ley de la eutanasia, la ley de educación, conocida como ley Celaá, o la modificación de la reforma laboral impulsada esta legislatura.