Los nietos del dictador Franscisco Franco están convencidos de que los restos del dictador no serán exhumados del Valle de los Caídos sin su aprobación y destacan que su oposición a trasladar el cuerpo es "unánime y firme".

La posición de la familia es negarse a la exhumación "hasta las últimas consecuencias", ya que sus miembros están seguros de que legalmente "no es posible" que el Gobierno de Pedro Sánchez pueda llevar a cabo sus planes. En este sentido, fuentes de la familia recuerdan que el prior de la basílica benedictina del Valle de los Caídos no permite el traslado de los restos sin el permiso de los nietos.

Han añadido que el Ejecutivo de Sánchez "tergiversa" la Ley de Memoria Histórica, que en su artículo 16 establece que "el Valle de los Caídos se regirá estrictamente por las normas aplicables con carácter general en lugares de culto y en cementerios públicos". Finalmente, han subrayado que la basílica benedictina es un lugar de culto y está sujeta al Concordato con El Vaticano.

Fuentes familiares también han revelado que la ministra de Justicia, Dolores Delgado, intentó a través de uno tercero convencer a los nietos de Franco para que los restos del dictador fueran trasladados en el cementerio de Mingorrubio (Madrid), donde la familia tiene un panteón donde está enterrada Carmen Polo. Estas fuentes también han asegurado que este intento fue "inútil".

El Gobierno de Sánchez ha dejado claro que la exhumación del dictador se hará igualmente aunque no se llegue a ningún acuerdo con la familia.