En medio de la confusión que existe sobre si en la detención del president Carles Puigdemont participaron policías españoles, y por lo tanto el Gobierno, también ha empezado a ponerse sobre la mesa qué papel puede haber tenido el embajador de España en Italia, Alfonso Dastis. El embajador era el ministro de Asuntos Exteriores durante el Gobierno de Mariano Rajoy en el 2017, cuando se celebró el referéndum del 1-O y el Parlament aprobó la declaración de independencia.

Dastis fue nombrado embajador en Italia por Josep Borrell, durante su etapa de ministro de Asuntos Exteriores, y se da por hecho que en su designación influyó el hecho de que posicionó con vehemencia contra el procés independentista. De hecho, Dastis se encontraba "pendiente de destino" en el Ministerio de Asuntos Exteriores desde que fue sustituido al frente del departamento precisamente por Borrell.

Durante los hechos del 2017 y la aplicación del 155, Dastis fue uno de los ministros más irritados contra la independencia de Catalunya. El exministro se indignó cuando la entonces ministra de Justicia alemana Katarina Barley, tildó –en una entrevista en el diario Süddeutsche Zeitung- "de absolutamente correcta" la decisión del Tribunal Superior de Schleswig-Holstein de dejar en libertad a Carles Puigdemont y descartar el delito de rebelión. "He visto la síntesis publicada en la prensa y me parecen declaraciones desafortunadas, porque la euroorden se estableció en la Unión Europea para abordar estas cuestiones entre jueces, separando de las opiniones políticas", dijo el ministro con cara de circunstancias.

El 2018 Dastis estaba desesperado con Puigdemont y dio un toque de atención a los diplomáticos españoles por su "pasividad a la hora de combatir la ofensiva internacional que veía en el president en el exilio. El entonces ministro convocó una cumbre de embajadores españoles, organizada por el ministerio, para evaluar las consecuencias del Brexit en la Unión Europea. Pero allí el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Jorge Toledo, transmitió a todos los diplomáticos la preocupación del ministerio y del Gobierno "por los efectos de la propaganda independentista en el exterior".

La obsesión de Dastis con la pedagogía de Puigdemont en el exterior, llegó al punto de ofrecer 12.000 euros a corresponsales para hablar bien de España. Se trataba de los Premios de Periodismo Palacio de Viana, que toman el nombre de la residencia oficial del ministro español de Exteriores, y que estaban dotados con 36.000 euros en su primera edición, con tres premios dotados con 12.000 euros cada uno.

Cuando Puigdemont se exilió finalmente a Bélgica, Dastis lanzó la toalla de forma displicente. "Él mismo. Si prefiere seguir disfrutando de la ópera y del buen tiempo en Bélgica, mejor para él", soltó. Quizás desconoce que en Bélgica el cielo tiende ser grisáceo y nublado, a diferencia de Roma.

Quizás ya sepa, sin embargo, que como ya decía Josep Pla Catalunya es la provincia más occidental de Itàlia.