Los comisarios de la dirección operativa de la policía española, siguiendo instrucciones de su director director y hombre de confianza del exministro Fernández Díaz, Eugenio Pino, robaron pruebas que podrían implicar al empresario Ignacio López del Hierro, marido de María Dolores de Cospedal, en causas abiertas en los tribunales: desde el caso Pujol al caso Bárcenas pasando por el caso Gürtel, según informa Público. Estas pruebas se habrían ocultado a la Audiencia Nacional.

Según el digital, efectivos adscritos a la unidad operativa, encabezados por el comisario José Manuel Villarejo y siguiendo instrucciones de Pino, habrían sustraído las pruebas para ocultarlas a la justicia. Y lo habrían hecho con el conocimiento y el visto bueno de Rajoy, Cospedal y Fernández Díaz.

Estos hechos son investigados por el juez de la Audiencia Nacional Diego Egea, en el marco de la causa Tandem, y el juez José de la Mata, que investiga el caso Pujol. Según fuentes policiales citadas por Público, tanto en la causa de Bárcenas como en la de Pujol existe un elemento común: "Todas las pruebas que señalaban a López del Hierro fueron robadas u ocultadas a la justicia durante años".

Según estas fuentes, Pino aportó las pruebas que relacionaban al empresario con el caso Pujol -había sido socio de Jordi Pujol Ferrusola en la empresa Ibadesa Cat-, cuando la Guardia Civil se estaba acercando a López Hierro en la investigación de la operación Lezo. Fue entonces, explican, cuando apareció la memoria USB contaminada por la que ha sido imputado hace una semana Eugenio Pino. El objetivo era eliminar pruebas contra el marido de Cospedal, según las mismas fuentes.