“No tiene la palabra”. Y así hasta quince veces en cinco minutos y medio. Nueva polémica en el Congreso de los Diputados a causa del uso de las lenguas cooficiales. Esta ocasión la película la han protagonizado un diputado de Vox, una diputada de ERC y el representante del BNG. El escenario ha sido la Comisión de Industria y Turismo y los actores, José María Figaredo, Inés Granollers (presidenta de la comisión) y Néstor Rego. El diputado del BNG estaba interviniendo en gallego y la presidenta lo ha advertido que, como no había pedido la traducción simultánea, las taquígrafas no podían tomar notas para que quedara constancia de su discurso en el Diario de Sesiones, pero le ha permitido proseguir con la lengua que prefiriera. Rego ha optado por seguir hablando en gallego y, al cabo de poco, Figaredo lo ha interrumpido a gritos: “Es que el interviniente continúa en gallego”. ¿Qué argumentaba el diputado de Vox? Que Rego no había avisado con antelación que hablaría en gallego y que, por lo tanto, no había traducción simultánea a disposición de los diputados. Minutos más tarde, cuando el parlamentario del BNG ha podido explicarse, ha aclarado que el acuerdo de la Mesa del Congreso estipula que, en caso de que no haya intérpretes, los diputados pueden optar por utilizar la lengua que consideren y autotraducirse. Y él todavía tenía tiempo de hacerlo. Fuentes de la Mesa de la Comisión de Industria y Turismo relatan a ElNacional.cat que Rego los había advertido antes de empezar la sesión de que su intención era, efectivamente, hablar dos minutos y medio en gallego y dos minutos y medio en castellano.

 

Pero no ha habido manera. En una escena más propia de una clase de primaria con los alumnos descontrolados que de una comisión parlamentaria, Figaredo se ha declarado en rebeldía y se ha negado a atender las peticiones de la presidenta. “Ya lo ha dicho, ya nos lo ha explicado, no está aquí para exigir”, le replicaba Inés Granollers. Pero sin tener la palabra y sin tener el micrófono abierto, Figaredo insistía en que “se estaban vulnerando sus derechos”. Finalmente, Granollers lo ha llamado tres veces al orden y lo ha expulsado de la sala.

Ahora bien, el pique no ha acabado aquí. Figaredo se ha negado a abandonar la sala y ha pedido amparo a la presidenta alegando que se estaban “vulnerando” sus derechos y los de todos los españoles. Inés Granollers ha sido contundente en la réplica: “Está vulnerando los derechos de los otros diputados”. Y la decisión que ha tomado ha sido suspender la sesión. Pero eso tampoco ha puesto punto final a la escena. Viendo que la situación se calmaba, Granollers ha permitido a Rego continuar su intervención, pero el diputado del BNG ha desistido y ha renunciado a volver a hablar. La siguiente a coger el turno de palabra ha sido Esther Gil de Reboleño, diputada de Sumar. La también vicepresidenta tercera del Congreso ha reflexionado que no se podía continuar la sesión después de que la máxima autoridad de la comisión hubiera dicho que se suspendía o que Figaredo abandonara la sala, cosa que no se había producido: “No podemos continuar con estas circunstancias, si no eso se desmonta. Usted ha tomado una decisión y se tiene que cumplir”.

Finalmente, Inés Granollers ha convocado una reunión de la mesa y los portavoces de la comisión y, con la única oposición de Vox, se ha acordado suspender la sesión y reprenderla otro día. Fuentes de la mesa consultas por ElNacional.cat indican que la presidenta ha recibido el apoyo de todos los grupos parlamentarios, excepto el de la extrema derecha, y añaden que mañana se convocará otra reunión de la mesa y los portavoces para estudiar qué hacer a partir de ahora.

¿Y qué dice la norma sobre el uso de las lenguas cooficiales en las comisiones?

Acabada la comisión, Vox ha denunciado que “se estaba incumpliendo flagrantemente el Reglamento” y ha alegado que, para intervenir en una lengua cooficial a las comisiones, hace falta remitir la intervención por escrito o solicitar la traducción simultánea con suficiente antelación. En un mensaje enviado a los periodistas, el partido de extrema derecha ha remitido el acuerdo de la Mesa del Congreso del 16 de enero, que estipula, efectivamente, que, para que en una sesión de Comisión se aplique el sistema de traducción simultánea “hará falta que al menos un grupo parlamentario lo solicite” antes de las 10 horas del viernes de la semana anterior. Sin embargo, si eso no es posible, también prevé que el orador que quiera intervenir en una lengua cooficial lo podrá hacer si “con carácter previo y suficiente antelación, facilita la traducción escrita de su intervención” o si “en la misma intervención, hace oralmente la traducción correspondiente al castellano”. Eso es lo que ha obviado Figaredo en su denuncia y era, justamente, la intención que tenía Néstor Rego.

Al final, pues, el portavoz adjunto de Vox ha acabado generado un auténtico esperpento, la modalidad teatral creada por Ramón María del Valle-Inclán que consiste en una “deformación grotesca y caricaturizada, a la vez que trágica, de la realidad”.