Ciudadanos en el Parlament de Catalunya después de la primera reunión del grupo parlamentario. / CB

Emoción, ilusión y nervios en la reunión del nuevo grupo parlamentario de Ciudadanos como si fuera el primer día de clase. Inés Arrimadas, la jefa de la oposición in pectore, ha presidido un encuentro lleno de caras nuevas. Algunas, como una joven diputada por Barcelona, ya confesaban la noche electoral que el resultado (25 diputados) les había puesto la vida un poco patas arriba: no se esperaban subir tanto.

En su primer día en el Parlament, estos nuevos (y jóvenes) diputados, trajeados, se han mostrado sonrientes, nerviosos con la carpeta naranja, y orgullosos con la tarea que se les ha encomendado. "Esperamos estar a la altura", ha comentado después de la tradicional foto de grupo una joven parlamentaria al presidente del partido, Albert Rivera, encantado de hacerles de cicerone por los pasillos de la Cámara. Rivera hace grupito con algunos nuevos integrantes, les hace fotos con su móvil y les dice que "todo tiene que ir cohesionado para las generales". Mientras tanto, a poca distancia, Inés Arrimadas charla con Carlos Carrizosa y José María Espejo-Saavedra. Un tercer grupo de chicas habla con entusiasmo sobre esta nueva etapa y comentan dónde han comprado sus vestidos.

Carrizosa y Espejo, el núcleo

Arrimadas, que presidirá el grupo, ha reforzado el núcleo del nuevo Ciudadanos en el Parlament con los pocos veteranos que quedan: Carrizosa, que fue portavoz en la comisión contra el fraude fiscal –la llamada comisión Pujol– y especialmente duro contra la inmersión lingüística –afirmó que el lema "Una escuela, una lengua, un país" lo podría suscribir Franco–, será portavoz parlamentario, y Espejo-Saavedra, muy activo en la Comisión de Bienestar y Familia, coordinará a los diputados. Fernando de Páramo, que ha dirigido la campaña electoral, asume la portavocía adjunta.

Alonso suena para la Mesa

Espejo-Saavedra y Carrizosa están ahora inmersos en las negociaciones sobre la Mesa del Parlament, cuya composición es primordial, especialmente esta legislatura. Junts pel Sí necesita dominarla porque controlar la ordenación del trabajo parlamentario y la interpretación del reglamento le permitirá sacar adelante su hoja de ruta.

Ciudadanos reclama una secretaría, precisamente, para intentar impedirlo. "Sería la primera vez que el principal grupo de oposición no tiene una secretaría", afirma un veterano parlamentario.

Todo hace pensar que el equipo de Arrimadas reserva el cargo a Matías Alonso, ya que, tal como han afirmado a El Nacional fuentes de la negociación, "es una tarea de confianza que requiere también experiencia", y no queda nadie más con estas características en el grupo.

Los dos diputados de C's por Gerona, Jean Castel y Alfonso Sánchez. / P.C.

De estreno

Si alguna cosa caracteriza en este grupo es que la mayoría de sus miembros se estrenan. Con la marcha de Jordi Cañas, todavía imputado por un presunto delito fiscal a la espera de juicio, y de José Manuel Villegas, que se marcha a Madrid con Albert Rivera, los diputados naranjas se han quedado casi huérfanos de referentes en la Cámara.

Los integrantes del grupo son, como pasa a los partidos que crecen sin que les dé tiempo a implantarse territorialmente, mayoritariamente miembros de las listas que contribuyeron a las municipales, con especial atención a la cuota del Baix Llobregat y Vallès.

Ni coche oficial ni pluses

Son nuevos en la plaza pero quieren pisar fuerte desde el primer día. Arrimadas ha hecho ya su primer gesto: renunciar al coche oficial y al plus económico asociado al jefe de la oposición. Se trata de un cargo que en la anterior legislatura Ciudadanos propuso eliminar, pero que ahora defiende, dice, "con la legitimidad de las urnas", y alegando que Oriol Junqueras, líder de ERC, "nunca hizo de jefe de oposición".