“Nuestro presidente es un delincuente”. Recuperando el espíritu de las noches en la calle Ferraz los días antes y después de la investidura de Pedro Sánchez en noviembre de 2023, el españolismo de extrema derecha y ultranacionalista se ha concentrado esta noche ante el Palacio de la Moncloa para volver a reclamar la dimisión del presidente español. La protesta llega la semana que se han conocido los audios de la fontanera del PSOE, Leire Díez, que habría maniobrado para desacreditar la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que los últimos meses ha estado en el epicentro de las investigaciones a Begoña Gómez, David Sánchez y el fiscal general del Estado. Desde media mañana, ha circulado como la pólvora por las redes sociales un cartel convocando en el parking de la Facultad de Estadística, la zona con acceso para peatones más próxima a la Moncloa. La concentración, con una afluencia como mucho de 350 personas, según la delegación del Gobierno, ha estado protagonizada por cánticos racistas, anticonstitucionales, tránsfobos, homófobos, antimonárquicos y contra los periodistas. La convocatoria llega ocho horas después de que el PP haya convocado una concentración el 8 de junio a la Plaza de España para protestar contra las “prácticas mafiosas” del PSOE.
Los manifestantes mostraban banderas franquistas, con el escudo recortado o sin escudo y algunos lucían banderolas con la imagen de la lona que Hazte Oír instaló en un andamio delante del Congreso de los Diputados acusando a Sánchez de “corrupto” y que acabó retirada. Desde una hora antes de la convocatoria, la policía española se ha desplegado con cinco furgonetas y, a medida que los concentrados han ido llegando, han hecho un pequeño cordón para impedir que se acercaran a las puertas del edificio. Han hecho acto de presencia, entre otros, el líder de Vox, Santiago Abascal, algunos dirigentes y diputados de la formación de extrema derecha y Juan García-Gallardo, que fue vicepresidente de Castilla y León en un gobierno autonómico presidido por el PP y rompió el carné de Vox por discrepancias con la dirección.
Uno de los cánticos más repetidos ha sido “Pedro Sánchez a prisión”, acompañado de “Pedro, dimite, el pueblo no te admite”, “Pedro, escucha, España está en la lucha”, “Unidad nacional” o “España no se vende, España se defiende”. También han arremetido contra el PSOE: “No es un partido, es un puticlub” o “PSOE, traidor, ni obrero ni español”. Y otras proclamas: “Movilización ante la traición”, “Aquí están los nacionales”, “Que te vote Txapote” o “España se muere y tú viendo la tele”. En un momento, incluso han hecho proclamas diciendo “España, nación y no constitución” o “Esta casa la quemaremos”. En el capítulo de gritos racistas, se han escuchado proclamas como “Las lecheras en la frontera”, “Ayudas sociales para los nacionales” o “España cristiana y no musulmana”. Asimismo, ha habido cánticos contra el PP: “PSOE y PP, la misma mierda es” o “Donde están, no se ven, los niñatos del PP”.
Como pasó a Ferraz en noviembre de 2023, los concentrados han sido críticos con Felipe VI y la monarquía: “Felipe, masón, defiende tu nación” y “Los borbones, a los tiburones”. Los manifestantes también han tenido gritos de agradecimientos hacia la UCO y los jueces y de rechazo contra la policía española que custodiaba la Moncloa y protegía a los periodistas. “Viva la UCO y la Guardia Civil”, han proclamado. Y poco después, a su manera, han invitado a los agentes a añadirse a la protesta: “Vergüenza me haría ser policía”, “Policía el que no bote” y “Policía, únete”.
“Periodistas terroristas”
En más de un momento, ha habido escenas de tensión entre los concentrados y los periodistas o los cámaras. Se han escuchado cánticos como “Prensa española manipuladora” y “Periodistas terroristas”. En un momento dado, uno de los concentrados ha tirado un micrófono de La Sexta (hace cuatro meses, Vox impulsó un concurso para quitar y lanzar micrófonos de los periodistas). Y, más tarde, un manifestante se ha empeñado en hacer sonar con potencia una bocina en la oreja de una periodista para hacerla fuera de la zona de la protesta.