Cuando Carme Forcadell ingresó en la prisión, su nieto Jan tenía sólo seis meses. 39 meses después, cuando ha podido salir libre a través del indulto, el pequeño está a punto de hacer cuatro. Por el camino, la expresidenta del Parlamento se ha perdido momentos trascendentales de su vida como abuela. Y a pesar de todo, reconoce que su encarcelamiento "ha valido la pena", porque "defender la libertad, siempre vale la pena".

Todavía no hace ni un mes del día que pudo dejar atrás las rejas del centro penitenciario. Y desde aquel 23 de junio, Forcadell no ha parado. "Tienes la sensación de no llegar a todo", confesaba uno de sus compañeros de partido presos hace unas semanas, de viaje a Bruselas. En tres semanas han cruzado fronteras en furgoneta, en tren y en aviones, para volver a abrazarse con amigos -y no tan amigos- exiliados. Entre viaje y viaje, han pisado estudios y platós, escenarios de actos de bienvenida, de reencuentro. Y también para presentar libros.

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Oriol Junqueras en la primera hila de la presentación del cuento de Forcadell. / Marc Puig

Los nueve líderes independentistas condenados por el 1-O a penas de prisión han sido literariamente prolíficos a lo largo de estos cuatro años. En el caso de Forcadell, ha escrito más de uno. El último, un cuento infantil para explicar a su nieto por qué la yaya Carme, "una buena persona", ha acabado en la prisión: 'Les paraules serán sempre lliures' (Editorial Montena). Una necesidad surgida a raíz de las primeras visitas de Jan en Mas d'Enric, donde la visitaba una vez al mes, durante una hora y media. "Algún día le tendré que explicar", se decía. De ahí nace el cuento.

Los zapatos de Jan y el derecho a decidir

La obra salió en venta el pasado mes de marzo. La primera presentación la hizo entre rejas, las del centro penitenciario de Wad Ras. Era el día de Sant Jordi y en frente tenía una setentena de presas, muchas de las cuales, pendientes todavía de juicio. Este jueves, la expresidenta ha hecho la presentación en libertad, en la librería Ona de Barcelona. Esta vez, entre el público también había un ex preso, Oriol Junqueras, así como otros compañeros de ERC como Alba Vergès, Meritxell Serret o Oriol Lladó.

"Tú decides qué zapatos te pones, en el Parlament decidimos el futuro del país". Es el primer símil que utiliza para explicar a Jan el concepto del derecho a decidir que tan ha predicado a lo largo de su trayectoria. No en vano, con su "president, ponga las urnas" empezó todo.

La jaula y el pájaro

La segunda metáfora, para hacerle entender el concepto de libertad, es la del pájaro enjaulado, que "sólo puede respirar pero no puede hacer nada si no le dan de fuera". Precisamente esta idea de jaula en que se ha convertido la prisión es lo que lleva Forcadell a reivindicar una revisión profunda del sistema penitenciario.

Los señores jueces

El apartado más complejo de explicar a Jan es el que tiene que ver con la justicia. "Hay unos señores que se llaman jueces que deciden sobre la vida de las personas y, a veces, se equivocan igual que tú o los papás. En su caso, sin embargo, es más grave". Errare humanum est, decía el latín. Es la manera que la yaya Carme ha encontrado para que su pequeño pueda entender que en la prisión "no sólo hay mala gente". "En las prisiones hay personas que como muchos de nosotros han cometido un error, que en un segundo les ha cambiado la vida, que estaban en el lugar equivocado y el momento equivocado, y otros para quien delinquir ha sido la manera de sobrevivir", concluye Forcadell.

El cuento todavía no lo ha podido explicar a su nieto, pero sabe que ha llegado el momento. Los niños son una fábrica de preguntas y siempre es mejor responder con la verdad, aunque sea necesariamente adaptada. Errare humanum est...sed perseverare diabolicum, añadían los pensadores latinos.

En la imagen principal, Forcadell durante la presentación del libro. / Marc Puig