Esquerra Republicana ha roto el silencio. Finalmente, ha decidido mover ficha y posicionar sobre la polémica actitud del diputado de Junts Francesc de Dalmases, que abroncó e intimidó a una periodista de TV3 según avanzó el NacióDigital y ElDiario.es. Los republicanos, más allá de algún tuit en Twitter, todavía no habían dicho nada sobre esta cuestión, pero este miércoles finalmente han decidido llevar el comportamiento de Dalmases a la Comisión del Estatuto de los Diputados y así lo han pedido en un escrito a la mesa, a fin de que haga un informe sobre su comportamiento, una iniciativa que también registraron el martes por la tarde los comuns. Según han explicado los republicanos en un comunicado, la actitud del diputado de Junts por haber contravenido "como mínimo" las normas de conducta del Parlament, y han considerado "intolerables" los hechos revelados el martes.

"Esquerra Republicana reitera el apoyo a los profesionales de los medios de comunicación por hacer su trabajo con libertad", exponen en el comunicado, donde se reafirman en la necesidad de ejemplaridad pública y consideran que los hechos descritos "requieren asunción de responsabilidades políticas", y así lo han trasladado también al grupo parlamentario de Junts. Además, han explicado que el viernes 29, en la comisión de control de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales, abordarán el caso.

El diputado de Junts tiene este miércoles todos los ojos puestos en su figura. A primera hora, los diputados de ERC no se han saludado con él. El diputado tampoco se ha dejado ver en los pasillos del Parlament cómo es habitual, mientras que desde Junts per Catalunya las voces han sido diversas: algunos sectores no entienden porque el partido no está actuando ante estos hechos mientras que otros insisten en negar o mejor rebajar los hechos. Ahora los republicanos han decidido que sea la Comisión del Estatuto quien tome partido y analice si Dalmases ha vulnerado el código de conducta, que establece en su artículo 7 que los diputados tienen que mantener en todo momento "una conducta respetuosa con los otros diputados y con los ciudadanos, y una actitud escrupulosa y ejemplar de acuerdo con el principio de igualdad sin discriminación".

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¿Cómo se activaría este procedimiento? La mesa del Parlament, si ve que hay motivos para creer que un diputado puede haber infringido el Código, a iniciativa propia o de un grupo parlamentario puede iniciar el procedimiento de verificación y pedir un informe a la comisión del Estatuto de los Diputados. En este caso de momento son dos los grupos que han instado a iniciar este procedimiento, aunque los comuns no tienen presencia en la mesa. La previsión es que la mesa tome en consideración estas solicitudes en la sesión del día 26, aunque la responsabilidad final de ordenar la sesión es de la presidenta, Laura Borràs, y se podría dar el hecho de que no se tenga en consideración, aunque sería visto como un hecho excepcional por el resto de grupos. Sea como sea, una vez se aborde esta cuestión, en la sesión de la Mesa se tendrá que discutir si la mayoría considera o no que se tiene que activar este procedimiento, hecho que puede abrir un nuevo pulso ERC-Junts.

Entonces entra en actividad la Comisión del Estatuto, que preside actualmente el diputado de Junts que es del entorno de Borràs, y por lo tanto de Dalmases, Jaume Alonso-Cuevillas. Esta comisión primero tiene que valorar si es necesario abrir una investigación, y hacer un informe a partir de una audiencia previa del diputado afectado, en este caso, Francesc de Dalmases. De esta investigación tiene que salir un informe, una recomendación o una propuesta que se tiene que elevar a la mesa del Parlament, y si esta, a la vista de las conclusiones del informe, considera que se ha cometido una infracción, puede imponer sanciones diversas que pasan por una amonestación pública a una multa de 600 a 12.000 euros. Todavía se puede ir más allá, y si la mesa considera que la infracción es "muy grave" puede proponer al Pleno que acuerde la suspensión temporal del diputado mientras no resuelva la situación. Todo es previsible que se acabe abordando el mes de septiembre, ya que durante agosto la actividad parlamentaria, si no hay hechos excepcionales, se detiene.