El presidente de los republicanos, Oriol Junqueras, ha apostado hoy por un acuerdo “donde todo el mundo se sienta cómodo” y que pueda garantizar una estabilidad parlamentaria, más allá de la investidura o de la formación de gobierno. De esta manera, ERC intenta recordar que las negociaciones tienen que dirigirse a un horizonte más lejano que el “Mas sí” o “Mas no” que ofusca las conversaciones a día de hoy.

El partido defiende picar piedra y esforzarse ahora para conseguir el acuerdo, sin levantarse de la mesa de negociación, pero teniendo en cuenta que el pacto que se cierre –si se cierra– tendrá que ser duradero.

Hasta el momento, era Convergència y los independientes quien llevaba la voz cantante en las conversaciones entre Junts pel Sí y la CUP, sin que ERC interviniera demasiado.

Se ofrecen como mediadores

Ahora parece que se han decidido a entrar, pero con un papel más de mediación que de enfrentamiento. Eso sí, una mediación con condiciones. Junqueras se ha mostrado dispuesto a “intentarlo todo” y ha asegurado que "por ERC no será". Los republicanos, sin embargo, no renunciarán a la presidencia de Mas.

Con el pacto estable como objetivo, Junqueras ha llamado a aprovechar la nueva oportunidad que se abre el 27D, el día escogido por la CUP para celebrar la asamblea nacional decisiva. Aunque el horizonte de acuerdo se haya alejado, el presidente de ERC se ha mostrado optimista ante un pacto "posible y probable" y no ha cerrado la puerta a conseguirlo incluso antes de esta fecha.

Foto: Sergi Alcàzar