ERC llega a la reunión clave para decidir el voto a la investidura de Pedro Sánchez con todos los escenarios sobre la mesa. A pesar de que hace pocos días la abstención era la forma que tomaba más fuerza y que desde el grupo parlamentario de Madrid, en boca de su portavoz Gabriel Rufián, apuestan una vez y otro por "no bloquear", varias fuentes del partido aseguran que a estas alturas todo está "abierto".
La decisión en firme de los republicanos se tomará a la reunión de la permanente del partido que se reúne este viernes de manera extraordinaria, con sólo este punto como orden del día y se hará pública hacia las 12 del mediodía.
La beligerancia de las palabras del mismo Pedro Sánchez en los últimos días no ayuda al camino hacia la abstención. Tampoco los últimos acontecimientos políticos, especialmente la falta de explicaciones del ejecutivo socialista sobre las nuevas informaciones que vinculan el CNI y el cerebro del atentado de Barcelona del 17 de agosto.
El presidente español en funciones ha evitado durante toda la negociación hacer ningún tipo de gesto hacia los independentistas, de hecho, ha hecho todo el contrario y ha justificado su veto al líder de Podemos, Pablo Iglesias, precisamente por este motivo. Sánchez defiende que no puede tener un vicepresidente que no dé apoyo a uno hipotético 155 o que hable de "presos políticos". Unas declaraciones que dificultan al independentismo justificar su apoyo a la investidura.
Sin embargo, el escenario alternativo en Sánchez es complicado. Bloquear la investidura del socialista y verterlo a una eventual nueva votación en septiembre, con la Diada por el medio y con la sentencia a los presos políticos a punto de ver la luz, complicaría la abstención de los independentistas. La decisión sería todavía más complicada de justificar, pero unas nuevas elecciones podrían acabar beneficiando las derechas y abonando, todavía más, la situación de represión a Catalunya.
Los diputados de Madrid, partidarios de la abstención
Es este segundo motivo el que hace que bastante dirigentes del partido apuesten para permitir la investidura ahora y desencallar la situación. Rufián, firme defensor de esta opción, se reunió este jueves por la tarde con el presidente del partido y diputado suspendido, Oriol Junqueras, en la prisión de Lledoners, y este viernes llevará una propuesta del grupo parlamentario de Madrid, que se decanta por la abstención.
También así lo defiende el exlíder del partido en Madrid, Joan Tardà, que en un tuit este jueves por la tarde defendió que deseaba "que el partido se decante por la abstención".
Una periodista de radio catalana me pregunta qué decidirá mañana @Esquerra_ERC con respecto al posicionamiento en la investidura de @sanchezcastejon y le respondo que lo ignoro, pero que deseo que el partido se decante por la abstención.
— Joan Tardà y Coma (@JoanTarda) July 18, 2019
Otros miembros del partido, sin embargo, consideran que hay que hacer valer los votos de sus diputados en Madrid y forzar a Sánchez a algún tipo de negociación. "La pregunta no es qué hará ERC, sino qué hará Sánchez", se preguntaba este lunes la portavoz del partido, Marta Vilalta, que recordaba que los republicanos no quieren poner "líneas rojas", pero tampoco dar "cheques en blanco". La opción del 'sí', por otra parte, parece más que remota.
A todo eso, una parte de la militancia, contraria a facilitar la investidura, ha pedido una consulta a las bases para decidirlo. La dirección del partido se reunió este miércoles por la tarde con ellos, agrupados al Col·lectiu Primer dOctubre, y, según han informado, se comprometieron a estudiar la propuesta. De momento, sin embargo, no hay respuesta.
El Govern, al margen de la decisión
El otro partido independentista, JxCat, acordó este jueves en Lledoners esperar a la propuesta final de Sánchez y a la posición de Podemos para fijar el voto. El espacio postconvergente se debate en estos momentos entre la abstención o 'no', a la espera de ver si finalmente el PSOE levanta el veto a Podemos dentro del Gobierno.
Sea cuál sea la decisión, sin embargo, y aunque los dos socios de Govern acaben votando diferente la semana que viene, tanto ERC como JxCat quieren mantener al ejecutivo al margen y circunscriben la decisión a las dinámicas de partido.