Nadie esperaba que, con la vuelta de las vacaciones de verano, todo se acabaría torciendo de forma irreversible. Cuando el pasado 29 de agosto la ejecutiva de Esquerra Republicana decidió adelantar la primera parte de su 29.º Congreso a otoño, no intuían lo que pasaría: una Diada muy tensa, las bases de Junts per Catalunya votando por la salida de la Generalitat, la ruptura del Govern de coalición de Pere Aragonès, el primer ejecutivo republicano en solitario desde la Segunda República y la soledad en el Parlament, donde sus 33 diputados ya se han quedado solos en varias votaciones. En este momento delicado los republicanos llegan a su cónclave. Donde no habrá ninguna sorpresa es en sus liderazgos, definidos desde hace once años, una de las pocas cosas constantes en la política catalana.

El misterio sólo estará en el porcentaje con que las bases avalarán la lista única, si es del 89% o del 99%. Sea cuál sea el resultado, que se comunicará este domingo por la noche después de una votación telemática, servirá para apuntalar el tándem Oriol Junqueras-Marta Rovira, después de recoger 1.900 avales. Iniciarán su cuarto mandato al frente del partido, donde llegaron en el año 2011. Superada esta primero parte, a finales de enero tendrá lugar la segunda parte, todavía sin fecha. Será entonces cuando se hable de contenido y se voten los documentos estratégicos, también la ponencia política del partido, que empezará a elaborar la nueva ejecutiva a partir del lunes.

Los republicanos aseguran que la voluntad de este congreso es "fortalecer la organización" en un contexto marcado por las dificultades económicas y sociales y también por años de represión política. "Venimos de unos años de muchos cambios, hemos pasado de un partido de oposiciones a un partido de gobierno. Estas responsabilidades institucionales hacen también que el partido se tenga que adaptar para ser lo máximo de útil", señalaba Marta Vilalta este sábado en una entrevista en ElNacional.cat. Y creen que lo mejor es hacerlo con unos liderazgos que ya han funcionado: "Es lo mejor que nos ha pasado y que tienen que poder seguir dando muchos los mismos a la organización y al país. El tándem Junqueras-Rovira nos ha traído los mejores resultados electorales. Y es bueno que sigamos en este camino con aquellos cambios necesarios".

No se puede desligar del momento que vive ERC, de soledad parlamentaria del Govern Aragonès, ni de su apuesta estratégica, el diálogo con el Gobierno, donde los republicanos lo han fiado todo. Y más en este momento, en el que necesitan conseguir frutos en Madrid para poder demostrar su utilidad. Sobre la mesa están las reformas legislativas para "superar la judicialización" del conflicto político. La piedra angular será la reforma de la sedición, que se está negociando en la discreción de los despachos madrileños, donde se ha implicado incluso Oriol Junqueras. A pesar de los globos sonda monclovitas, los republicanos no quieren especular sobre cómo será esta modificación del Código Penal. En todo caso, advierten que no basta rebajando las penas si el redactado del tipo penal sigue siendo el mismo: un "delito político".

La vista también está puesta en las próximas elecciones municipales del mes de mayo. Este es el argumento oficial que llevó a adelantar el congreso del partido en otoño. Su gran desafío será consolidarse en Barcelona, donde aspiran a ganar, y crecer en el área metropolitana. De ahí apuestas como la de enviar al portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, como alcaldable a Santa Coloma de Gramenet, donde el PSC de Núria Parlon gobierna con mayoría absolutísima. Y vendrán otros. El objetivo es intentar rascar todo lo que sea posible e ir haciéndose agujero para disputar la Diputación, actualmente presidida por los socialistas de la mano de Junts per Catalunya.

Los nombres

Esta primera parte del congreso servirá para apuntalar, intacta, la actual cúpula del partido y la incorporación de perfiles nuevos. Oriol Junqueras seguirá siendo el presidente, Pere Aragonès el coordinador nacional, Marta Rovira la secretaria general, Marta Vilalta como secretaria general adjunta y portavoz y Josep Maria Jové como presidente del Consejo Nacional. Una candidatura que completan diez vicesecretarios generales: Jordi Roig (Recursos, Finanzas y Gerencia), Marc Colomer (Comunicación y Estrategia), Raquel Sans (Feminismos y LGTBI), Adriana Delgado (Partit Obert y Movimientos Sociales), Eloi Hernàndez (Coordinación Institucional), Lluís Salvadó (Coordinación Interna), Marta Vilaret (Derechos, libertades y lucha Anti-Represiva), Raül Romeva (Prospectiva, Agenda 2030 y Transición Ecológica), Sara Bailac (Acción Política y Sectorial) y Jordi Solé (Relaciones Internacionales).

La militancia también ratificará las doce secretarías de la formación: Eva Baró (Gestión del conocimiento), Kènia Domènech (Afiliación), Marta Molina (Movimientos Sociales), Oriol López (Movilización y Coordinación Municipal), Pau Morales (Organización), Alba Camps (Política Municipal y Proyectos Transversales), Laia Cañigueral (Coordinación de Política Supramunicipal), Marta Rosique (Conocimiento y Justicia Global), Jordi Castellana (Política Económica y Coordinación Sectorial), Enric Marin (Educación y Cultura), Chakir El Homrani (Política del Trabajo y Seguridad) y Agnès Rotger (Derechos sociales y ciudadanía).