Ilegal, antidemocrático, desobediente... Así ha definido el delegado del gobierno español, Enric Millo, en El Món a RAC1 la nueva fase en que ha entrado el independentismo, después de que la semana pasada se aprobaran en el Parlamento las leyes de la desconexión y después de que ayer se celebrara otra vez una manifestación multitudinaria en favor del referéndum, pero ya en la era del "independentismo ilegal".

Una manifestación que en ojos del gobierno español y los medios estatales fue más bien flojita por todos los apoyos que "perdió" y que, además, sólo ha servido para demostrar que ahora "no hay unanimidad, sino división" entre la sociedad catalana, "herencia de estos cinco años de proceso".

De hecho, en este sentido, Millo ha querido hacer saber que "yo conozco personas que han salido a la calle y este año no lo han hecho porque se ha roto una norma" y ha subrayado en varias ocasiones que ayer "había 800.000 personas menos que la manifestación más numerosa," mientras ha subrayado por activa y por pasiva que "España es una democracia donde se respeta la libertad de expresión y de manifestación".

Diálogo sí o sí

Precisamente por todo eso, el delegado español tiene claro que el 1-O no habrá urnas porque, aparte que confía en la Justicia, "la gente acatará la sentencia y buscará un camino alternativo". En caso de que no fuera así, sin embargo, Millo ha recordado que "las leyes y las sentencias se hacen cumplir y la policía judicial también lo hace" y ha pedido al president Carles Puigdemont "que sea honesto con las personas que se manifestaron" porque "el referéndum es ilegal".

Millo, sin embargo, tiene la solución. Dialogar, dialogar y dialogar. "Si Puigdemont abandona esta posición, podemos dialogar", ha puesto encima de la mesa, al mismo tiempo que se ha lamentado de que "hemos entrado en una etapa que hace el diálogo mucho más difícil".

Ahora bien. El delegado español ha puesto de relieve que "no se puede pactar un referéndum acordado porque la legislación no lo permite", sin embargo, eso sí, ha vuelto a insistir en que el gobierno central "siempre ha tenido la voluntad de dialogar", mientras ha culpado, otra vez, a Puigdemont porque considera que "si quisiera dialogar, no impondría nada".

Impedirlo todo

Según su opinión, "se tiene que impedir o paralizar cualquier iniciativa que tenga como objetivo hacer el referéndum" y se ha mostrado visiblemente apurado para "buscar una salida al conflicto porque a quien gobierna en Catalunya está dispuesto a saltarse la legalidad".

Justamente por todo ello, Millo ha justificado la actuación de la Guardia Civil en la redacción del semanario El Vallenc bajo el argumento que "si hay una actuación por parte de la policía de entrar en un lugar es porque hay un indicio que se puede estar cometiendo una ilegalidad".

Y es que Millo tiene muy claro que "todo eso forma parte de la normalidad de los procedimientos judiciales, son las reglas de juego de la democracia".