Vox arrancó su campaña electoral en Covadonga. Pero el espíritu de don Pelayo no ha iluminado al líder de la formación verde, Santiago Abascal, que no ha conseguido hacer realidad la reconquista que había prometido. Vox, con 24 diputados, ha quedado por debajo de las expectativas y sin posibilidad de intervenir en un ejecutivo de derechas a raíz del hundimiento del PP.

La irrupción del partido de ultraderecha en la Cámara baja ha quedado lejos de los 69 diputados con que se estrenó Podemos el año 2016. Vox no ha conseguido ni tan sólo acercarse a los resultados que le pronosticaban las encuestas -el CIS le auguraba entre 29 y 37 escaños-, aunque la opinión general de los analistas era que se quedaban cortas.

A la formación de Abascal tampoco le ha quedado el consuelo de poder integrarse en una coalición de derechas porque la caída del PP ha cortado cualquier posibilidad en este sentido, a pesar del crecimiento de Ciudadanos. Lo que sí ha conseguido Vox ha sido un escaño por Barcelona.

Abascal ha comparecido ante sus simpatizantes a las diez y cuarto de la noche para advertir a los líderes del PP, a los cuales ha descrito como "los de la derechita cobarde que han empezado a responsabilizar Vox" del resultado, que la responsabilidad la tienen los que no se supieron enfrentar a la izquierda.

Ha admitido, con todo, que no han conseguido el escenario que esperaban. "No estamos aquí para caer en la autocomplacencia, para los que anhelábamos tanto estar en el Congreso es un momento de alegría pero también de preocupación, porque no ha sido posible expulsar al Frente Popular", ha sentenciado. Eso hace, en opinión del líder verde, que Vox sea más necesaria todavía. "24 diputados nacionales en las Cortes representarán el orgullo de ser español y no callará cuándo un diputado rompa la Constitución o se ría de la unidad nacional", ha advertido.

"Vox ha llegado para quedarse", ha sentenciado mientras los presentes coreaban Presidente, presidente, y les respondía: "para eso hará falta esperar".

La cúpula de Vox ha seguido la noche electoral desde un hotel de Madrid al lado de la plaza Colon y a cinco minutos de la sede del PP de la calle Génova, con un acceso muy restringido para la prensa y con algunos medios vetados ya durante la campaña. Delante del hotel sus seguidores se han concentrado desde el momento mismo en que se han cerrado los colegios electorales armados de banderas españolas. Con todo, la apertura de las urnas ha frenado el previsible ambiente de euforia.

A las diez y media, cuando el escrutinio les otorgaba 24 escaños, ha comparecido el número dos del partido, Javier Ortega Smith, delante de los congregados. Ortega que ha enfatizado que se ha conseguido la entrada en el Congreso, ha situado este hecho como un primer paso con el cual han hecho historia.